Un insólito hecho de inseguridad ocurrió ayer en un kiosco que abre las 24 horas de calle 9 de Julio y Riobamba, Capital. Fuentes policiales informaron que un sujeto llegó al local en un remís para ofrecerle al empleado objetos robados. La víctima se negó y para su sorpresa ese sujeto era el mismo que en agosto pasado lo encañonó para sustraerle la recaudación. Al no obtener una respuesta favorable a su oferta, el sospechoso amenazó al muchacho y sin mostrarle ningún arma logró que le entregara $300. Luego se subió al remís y se fue a otro kiosco ubicado a tan sólo una cuadra, señalaron.
Hasta ahí parecía que el robo había terminado: el empleado llamó al 911 y mientras esperaba a la Policía, increíblemente el ladrón regresó a recriminarle que el botín era poco. Y fue en el medio del reclamo que los uniformados de la Seccional 28va llegaron a la escena y lo apresaron, informó la Policía.
El sospechoso fue identificado por fuentes policiales como Diego Álvarez (38) y sería el mismo sujeto que el 17 de agosto pasado encañonó al empleado Cristian Ibazeta (23) para robarle la recaudación (no precisada) del kiosco ‘Perico’. Como un dejá vu, ayer a las 5 el sospechoso y ese joven se volvieron a cruzar en el mismo lugar.
Según la Policía, Álvarez se bajó de un remís y le ofreció las cosas robadas a Ibazeta (23). Pero como el joven se negó, el sujeto cambió su actitud y lo amenazó. Así obtuvo los $300 que eran de la recaudación de la noche.
Tras obtener el botín, el delincuente se subió al auto y se detuvo en otro kiosco ubicado 100 m al Norte. Los pesquisas sospechan que quiso repetir la maniobra en ese otro negocio, pero nadie lo atendió. En ese momento el remisero se fue y Álvarez regresó donde estaba Ibazeta para recriminarle que le diera más plata porque el botín era escaso, dijo un jefe policial. Tras capturarlo, al sospechoso no le encontraron la plata y por eso no descartan que el remisero esté implicado.

