Un delincuente tucumano terminó muriendo por una bala que salió de su propia arma, cuando se prestaba a escapar de un kiosco al que había robado minutos antes, informó Cronica.com.ar.

Arma en mano amenazó a un cliente que acababa de entrar sin percatarse de lo que ocurría. En el momento de la huida, el atacante guardó el arma en su pantalón, se le escapa un tiro y escapa rengueando.

Poco después, según informó el personal de la Comisaría 2da., efectivos de la fuerza lo interceptaron a las pocas cuadras. Según el informe policial, "se desplazaba en un motocicleta color rojo, marca Guerrero, sin dominio colocado. Portaba un revólver calibre 38L especial, con cinco cartuchos colocados y un vaina servida. El sujeto presentaba una herida con mucha pérdida de sangre a la altura de la ingle, del lado izquierdo, por lo fue trasladado al hospital Padilla".

El mismo informe agrega que el sujeto había asaltado primero a una mujer en la calle, luego habría entrado a robar en un kiosco de Jujuy y General Paz -en San Miguel de Tucumán- y, finalmente, en el local de Jujuy y Lavalle, donde terminó herido.

Según las autoridades del hospital, como la herida afectó una arteria, terminó muriendo en el nosocomio.