Tres sujetos a bordo de una vieja camioneta cargada con unas 140 baterías que robaron de un local de Pocito. El ladrón al volante, pisando el acelerador a fondo y zigzagueando por las calles pocitanas para tratar de perder a la policía. Detrás, una camioneta policial con dos uniformados, siguiéndoles el paso de cerca y alcanzando más de 100 kilómetros por hora en algunos tramos. En el medio del espectacular raid entre calles asfaltadas y de tierra, uno de los delincuentes hizo una maniobra peligrosa, digna de un doble de riesgo: abrió la puerta del vehículo en el que escapaba a toda prisa y trepó por el costado del rodado hasta la caja. Allí -dijeron- los efectivos pensaron que se ocurriría un tiroteo. Pero no. El malviviente comenzó a arrojar en el camino parte de los acumuladores a los efectivos que los seguían. En total fueron 69 baterías las que el delincuente arrojó en la desenfrenada persecución y que posibilitó su escape y el de sus cómplices, dijeron en la policía.
Todo empezó ayer a las 6 en el comercio "JB baterías", un local propiedad de Jorge Basualdo, sin seguridad y ubicado en el cruce de Aberastain y Furque, en Villa Aberastain, Pocito, dijeron en la policía. Un llamado al 911 alertó que unos sujetos habían ingresado en una camioneta tras romper el candado de un portón lindante al negocio. Cuando efectivos de la comisaría 7ma. llegaron, se toparon con una vieja Ford F-100 cargada con 140 baterías usadas y que el dueño tenía pensado vender, comentaron. Allí comenzó la espectacular persecución.
Los delincuentes tomaron por Aberastain al Sur y doblaron al Oeste por calle 12. En la policía dijeron que luego siguieron al Norte por Vidart hasta calle 10 y que las dos camionetas alcanzaron velocidades de más de 100 km/h. En ese momento, uno de los ladrones abrió la puerta de la Ford y realizó la arriesgada maniobra para lanzar las baterías, en total 69, señalaron las fuentes.
Cuando la descontrolada carrera llegó por calle 10 hasta 21 de Febrero (o Costa Canal), los uniformados perdieron a los delincuentes, porque el camino de tierra era estrecho y los acumuladores trababan el paso, informaron fuentes policiales.
La sospecha policial es que los ladrones enfilaron por un camino que llega hasta el cerro El Carmelo y que de allí pudieron escapar hacia Rawson o Rivadavia.
Ayer este diario trató de hablar con el dueño del comercio asaltado, pero fue imposible. Algunas fuentes estimaron que el valor de las 71 baterías robadas alcanza los 1.990 pesos en el mercado.

