El joven sanjuanino de 20 años que se hizo tristemente célebre el último fin de semana por romper a patadas la ventanilla trasera de un patrullero fue condenado ayer a dos años y medio de prisión efectiva. Se trata de Gustavo Javier Castro, quien fue aprehendido por la Policía el sábado pasado, luego de acudir por un llamado que alertaba que estaba generando disturbios en la calle, en la zona de los barrios Franklin Rawson y Los Caracoles, en Rawson. Primero se resistió a las pedradas e hirió en un brazo a un policía, y luego, cuando fue ingresado al móvil policial, empezó a destrozar todo desde adentro y reventó la ventanilla a patadas. La escena quedó filmada y llegó a los medios nacionales. Ayer, en un juicio mediante el sistema de Flagrancia, fue condenado por los daños provocados a la propiedad pública, las lesiones leves al agente que lo detuvo en el operativo y la reincidencia, debido a que no era la primera vez que se resistía a la autoridad.