Rolando y Eduardo Carrizo son hermanos, sus casas están en un mismo terreno de Rawson, pero desde hace poco más de un año mantienen una dura rivalidad por un tema ligado a dos negocios. Rolando aseguró que las diferencias comenzaron cuando su hermano lo dejó en la calle y que desde allí su esposa, Laura Putelli, es amenazada, insultada y agredida por sus parientes. Es más, Carrizo contó que su mujer terminó con la nariz fracturada y la cabeza llena de hematomas tras ser agredida el último martes por Eduardo y su esposa. Por otro lado, los supuestos agresores negaron de plano las acusaciones.
Rolando dijo que en el año ’90 puso una bicicletería en la avenida España, Rawson, y a los años le salió la chance de poner una agencia de quiniela en República del Líbano y Triunvirato, Rawson. El hombre tenía de socio a Eduardo y puso la quiniela a su nombre. Hasta ahí la relación era buena, incluso ambos compraron un lote y construyeron sus casas allí.
Pero hace 2 años, la relación tuvo un quiebre. ‘Mi hermano Eduardo tuvo un accidente de bicicleta en una competencia y se quebró la clavícula. Me hice cargo de su salud porque su mujer, Miriam Arancibia, no hizo nada. Como él no podía trabajar, pusimos a Miriam en la agencia’, dijo Rolando, quien agregó que su cuñada comenzó a ‘llenarle la cabeza’ a Eduardo.
Según Rolando, a partir de allí comenzaron los problemas y luego se enteró que Arancibia había contratado un abogado para quitarle la quiniela y la bicicletería. El 6 de mayo de 2013, Rolando fue sacado de esos negocios y allí comenzaron las amenazas de sus parientes contra Laura, con quien tiene una nena de 7 años discapacitada.
‘Ya los denuncié pero nadie hace nada porque el padre de ella es excomisario. El martes llegué a mi casa con mi hija y Eduardo y ella me tiraron el vehículo encima. Les hice una seña como diciendo que estaban locos, se bajaron y me pegaron con algo. ¿Qué espera la Justicia, que muera alguien?’, dijo Putelli.
Por su parte, Arancibia se defendió y dijo ‘ya los hemos intimado porque todo lo que dicen lo van a tener que comprobar. Nosotros no hemos golpeado ni estafado a nadie. Tenemos pruebas de lo que decimos’.