En enero pasado ya habían intentado entrar a robar a la escuela, pero no pudieron porque un vecino los vio. En febrero, de nuevo quisieron ingresar y no tuvieron suerte. Ayer, por tercera vez en el año la historia se repitió y en esta ocasión los ladrones dejaron un daño tremendo en la escuelita Horacio Mann en las afueras de San Martín. Prácticamente la saquearon, llevándose desde mercadería, materiales, estufas, útiles y más de una docena de pelotas. El colmo fue que no se salvaron ni los sanitarios porque arrancaron y robaron un lavamanos y los dos únicos inodoros que quedaban en el baño de las mujeres. El tercero que tenían se lo habían robado el año pasado.
Los 51 chicos de esta escuela situada sobre la calle Divisoria, en el distrito Los Compartos, no tuvieron clases ayer debido al desastre con que se encontraron a primera hora de la mañana. No fue la primera vez. En mayo y octubre del año pasado sufrieron otros dos robos importantes en ese pequeño establecimiento, aseguró Amelia Lucero, directora de la Escuela Primaria Horacio Mann.
Este año también empezaron mal. Lucero contó que en enero y febrero último intentaron entrar a robar, pero gracias a los vecinos que llamaron por teléfono para avisar que habían ladrones, frustraron esos ataques. Ayer no tuvieron esa misma suerte. Nadie vio a esos delincuentes que violentaron las cerraduras de al menos tres puertas de la escuela. De la biblioteca y la dirección robaron una caja con artículos escolares, los juegos didácticos, doce pelotas nuevas, dos cajas con azulejos y una bolsa con pegamento. Del depósito se llevaron cuatro palas nuevas, dos estufas, cortinas, una bolsa de 10 kilos de clavos y tres pelotas de handball. Del baño de las niñas sacaron los dos inodoros y un lavamanos.
"Ya no sabemos qué hacer para que no roben más. Antes me daba mucha bronca y lloraba, a esta altura sólo me da tristeza. A los únicos que hacen daño es a los chicos porque aquí les damos de todo y ahora perdimos las cosas que con tanto sacrificio conseguimos para ellos. Es una pena", dijo Lucero, que aseguró que la única solución es poner un casero para cuidar la escuela. La comisaría está a 7 kilómetros. Hoy en la mañana, los padres de los alumnos se reunirán en el establecimiento para reclamar al Ministerio de Educación un casero, dado que vienen con ese pedido desde hace años.

