Eran alrededor de las 19,15 del lunes cuando la fatalidad sorprendió a Ricardo Armando Quinteros en pleno suelo riojano. Transitaba al Sur por la ruta 79, unos 80 kilómetros al Noreste de la ciudad de Chamical, La Rioja, cuando perdió el control del camión Fiat 619 con acoplado en el que traía desde Jujuy 28 toneladas de azúcar con destino a Mendoza. Según fuentes policiales y de Defensa Civil, por razones hasta ayer desconocidas, el camionero sanjuanino se cruzó de carril y con esa maniobra terminó de sellar su suerte, porque el acoplado quedó desacomodado y en la banquina, y así empujó al camión hacia un montículo de ripio donde se produjo lo más grave, el vuelco del vehículo y su caída a un zanjón de unos tres metros construidos para drenar lluvias crecientes. El final de la descontrolada marcha tendría otro plus macabro: el camión ardió en el acto con el conductor adentro, y nadie pudo hacer nada.

Quinteros tenía 5 hijos, 9 nietos y ayer iba a festejar: cumplía 58 años, dijeron voceros familiares.

Hacía 35 años que Quinteros manejaba camiones. De eso vivía y mantenía a su familia. Con esa actividad también llegó a conocer muchas partes del país, sobre todo en la zona centro y la del norte. Aunque también como trabajador del rubro transporte condujo un remis con su hermano Eduardo, y en una ocasión hasta tuvo que arreglárselas como partero, dijeron allegados a su familia.

"Era amable con todo el mundo. Nunca tuvo tuvo un accidente tan grande", dijeron desde su entorno.

El camino hacia Jujuy y sus dificultades no le eran desconocidos. Y en la última oportunidad había encarado ese largo recorrido con la intención de traer azúcar del ingenio "Ledesma" para comerciantes mendocinos a través de la empresa para la que trabajaba, "Transportes Menci", dijeron allegados a la víctima.

Ayer, desde Defensa Civil y la policía riojana explicaron a este diario que la zona donde ocurrió el siniestro, un kilómetro al Sur del río Pilón, es despoblada y que el accidente se produjo en plena recta.

Y aunque no se descarta que el accidente se hubiera producido por alguna falla mecánica en el vehículo, los policías riojanos parecían más propensos a dar crédito a un error humano como causante de la desgracia. "Como el viaje era largo a lo mejor pudo haberse dormido", dijeron de la Unidad Regional 5ta. de Chamical.

Los primeros en detectar el siniestro fueron otros compañeros que hacían el mismo recorrido. Pero nada pudieron hacer, salvo salir a buscar señal por la ruta y llamar a la policía. Cuando efectivos de Defensa Civil llegaron y controlaron las últimas llamas, el cuadro era de terror: "Fue espantoso ver al camión y a ese hombre cómo terminaron. Tuvo que haber sido una muerte terrible", dijo Osvaldo Nieto, director de Defensa Civil.