Además de profundo dolor, la trágica muerte de un jornalero padre de dos pequeños generó bronca en su familia, pues dicen que en el Hospital Rawson prácticamente lo dejaron morir, sin prestarle atención al empeoramiento de su salud.

Alberto Nicolás "Nano" Carmona (21) se accidentó en su moto cuando regresaba a su casa del cumpleaños de 15 de una prima.

Fue a eso de las 8 del domingo, en Pocito, cuando guiaba la Maverick 150cc por Alfonso XIII en dirección al Sur. Unos metros antes de llegar a calle 13, se salió de la calzada y terminó adentro de una acequia. Su propia familia confirmó que no llevaba casco, que probablemente conducía "con unas copas de más" y que quizás perdió el control al querer esquivar a un perro, pero eso casi que no les molestaba. En realidad su enojo es con el personal médico del Hospital Rawson, donde permaneció internado desde ese domingo hasta pasadas las 14.30 del último martes, cuando falleció.

El parte oficial indicó que Carmona ingresó con traumatismo encefalocraneano con herida cortante en el cuero cabelludo, traumatismo ocular izquierdo y traumatismos múltiples. "Ese día que entró estaba consciente, hablaba conmigo, todo bien, me hacía chistes. A partir de las 4 de la mañana (del lunes) empezó a decir que le dolía la cabeza, que le dolía mucho. Yo les avisé a las enfermeras pero me decían "es dolor nada más, ya se le va a pasar"", aseguró Juan Dicarlo, un primo de la víctima que lo cuidaba en la habitación. Y siguió: "Como a las 10 de la mañana ya casi que no hablaba, estaba quejoso, se notaba que estaba mal. Volví a buscar una enfermera, le dije que estaba muy mal, que le hicieran una placa, una tomografía, algo. Pero lo único que hicieron fue ponerle un calmante y lo ataron con una sábana porque decían que estaba nervioso. Después estuvo con una hermana y ayer (por el martes) volví yo a cuidarlo. Ahí lo vi peor que el lunes, me quejé, pedí ver a un médico pero me volvieron a decir que era por el mismo golpe, que ya se le iba a pasar". El primo sostuvo que en un momento "le di la mano, me la empezó a apretar y a respirar mal, ahí empezó a agonizar". "Vino un médico, le dije que se estaba muriendo y me dijo que no, que era por el dolor. Me hizo salir cinco minutos y cuando lo pude ver lo tenían todo enmanguerado. Me dijeron que le había dado un paro cardíaco, estaba muerto. Desde el lunes que les estaba diciendo que necesitaba que lo vieran, que algo tenía, que no era como para que estuviera con un suero nada más", completó, con mucha bronca.

Alberto Dicarlo y Deolinda Carmona, padre de la víctima, confirmaron que quieren que se investigue el caso y que por ende denunciarán el mal proceder del personal médico. "Si lo hubiesen atendido bien no se hubiese muerto... perdí a un hijo maravilloso", se quejó Deolinda. "No me quejo de eso de los perros, me quejo del hospital, fue muy mala la atención", expresó Alberto.

El fallecido vivía con su pareja y sus dos hijos, de 2 años y una bebé de 5 meses. Investiga la UFI Delitos Especiales.