Soledad se levantó, se lavó la cara y se peinó en el baño de su casa en Villa Santa Rosa, Ullum. La chica salió descalza al patio para colgar el toallón en un alambre usado como soga, pero apenas lo tocó quedó pegada. Su padrastro quiso ayudarla y también fue alcanzado por la corriente apenas intentó sacarla. Entonces Ariel, hermano de la chica, tomó desesperado un escobillón y sólo pudo ’despegar’ al hombre.

Su hermana siguió aferrada a la hebra hasta que cayó fulminada al piso. La llevaron a una sala de primeros auxilios cercana y los médicos constataron que no había nada por hacer.

La de ayer fue la segunda desgracia que sufren en 12 años los Guerrero: el 11 de agosto de 2002, Sergio (13), hermano de la fallecida, salió de su casa y nunca más apareció (ver aparte).
Soledad Ayelén Guerrero tenía 18 años, era la séptima de 12 hermanos y vivía con su familia en la casa 9 de la manzana C de esa villa. Su sueño inmediato era terminar el Secundario e irse a Córdoba a estudiar inglés. ’Quería ser traductora’, comentó Melani, una de sus hermanas.

Pero esos sueños quedaron en la nada. Eran las 10 de ayer cuando Soledad salió del baño y fue al improvisado alambre que usan de soga en el patio para tender su toallón. La tierra aún estaba húmeda por las lluvias de la madrugada y apenas lo tocó, le dio la descarga. Javier Alfaro (40), su padrastro, trató de auxiliarla, pero casi muere en el intento. ’Mi hermana gritó que le estaba dando la corriente y mi padrastro quiso ayudarla. Agarré un escobillón y sólo pude sacar a mi padrastro. Soledad quedó aferrada al alambre y al ratito se cayó. Respiraba con dificultad y la ambulancia se demoró 20 minutos’, dijo Ariel, dolido.

Un obrero del municipio luego descubrió que lo que electrificó el alambre era un foco de bajo consumo que tenían en el fondo y que estaba en cortocircuito, al parecer, por la lluvia de ayer, dijeron las fuentes.