Dos años y dos meses les duró la casa prefabricada. El módulo habitacional de emergencia que sirvió de nuevo hogar para una mujer y sus dos hijos tras las inundaciones del 2014 en Carpintería se prendió fuego y quedó convertido en cenizas en cuestión de minutos.

En la Policía afirman que fue por un cortocircuito. Nada pudieron hacer la familia y los vecinos para salvar lo poco que tenía esa madre soltera y esos chicos, uno de ellos discapacitados.

Fabiola Carmona se quiebra al relatar lo que pasó el domingo a la tarde en su casa del Barrio Castro Padin, en la ruta 40 y calle Nueva, en Carpintería, Pocito. Esas viviendas fueron entregadas en octubre de 2014.

‘Me cansé de llorar. No quiero ni mirar. No puedo volver ahí porque me hace mal, perdí todo lo que era mi vida y la de mis hijos’, explica esta madre soltera de 32 años, cuya hija mayor tiene un retraso madurativo.

El domingo, Fabiola y los niños se fueron a almorzar a la casa de su padre, en otro sector del barrio. Como muchos otros, la familia continuó con los festejos de Navidad.

Dicen que eran las 15.30 y la familia hacía ya la sobremesa, cuando aparecieron unos niños gritando ‘se está prendiendo fuego tu casa...’, dirigiéndose a la mujer.

‘Creí que me hacían un chiste, pero cuando salí y miré hacia mi casa, estaba en llamas. Toda la gente arrojaba agua para apagar el fuego, pero parecía que echábamos nafta porque más ardía’, explicó. ‘Todo fue por un cortocircuito en la caja de la luz.

Los cables son finitos y siempre hay fallas eléctricas. Además, las casas están hechas de paneles y cartón prensado. En 25 minutos se quemó todo’, relató Francisco Carmona, el papá de la damnificada.

Sólo quedó en pie el esqueleto de la estructura y parte del techo de ese módulo habitacional de tres ambientes. Los muebles, la ropa, los documentos y los 500 pesos que tenía la familia se convirtieron en cenizas y los artefactos en chatarra.