El apuro ayer de Ricardo Ridao, un comerciante de 72 años, era el de llegar a tiempo hasta el Club Amancay de Santa Lucía, para reunirse con unos amigos y jugar un partido de padel con ellos. Pero esa cita no se concretaría dado que en el medio del camino su auto Ford Galaxy tuvo un desperfecto y se produjo un estruendo. Entonces el hombre se estacionó sobre el costado Sur de Roque Sáenz Peña, unos 200 metros al Este del cruce con Balcarce, Santa Lucía, para ver que sucedió. Eran las 18 cuando Ridao abrió el motor y se topó con las llamas que ya habían tomado gran parte del motor del auto, precisó. Entonces la desesperación por salvar algunas de las cosas que llevaba en el interior. Lo único que pudo sacar fue una campera y una paleta de padel. En segundos, el fuego tomó todo el motor, el tablero y gran parte del habitáculo. Luego llegaron los bomberos y sofocaron el fuego antes de que se propagara hasta el baúl donde estaban los dos tubos de gas del coche. "Gracias a Dios estoy bien y parece que todo fue por una falla eléctrica", confesó aliviado Ridao.
Se quemó un auto

