Un camionero mendocino atravesó ayer un susto mayúsculo luego de protagonizar un impresionante vuelco en el camión que guiaba y salir complemente a salvo, gracias a una medida de prevención que para los policías de la seccional 6ta. resultó clave: el uso de su cinturón de seguridad. Por eso fue que Gustavo Castillo (39 años, domiciliado en Guaymallén, Mendoza) apenas sufrió golpes y lesiones menores, informaron ayer fuentes policiales.

Todo pasó alrededor de las 8.50 de ayer sobre la ruta 40, unos 100 metros al Norte del cruce con calle 7, en Pocito. En la policía no descartaban ayer que el origen del siniestro hubiera mezclado la falla humana con otro factor: la lluvia. Y que Castillo haya perdido el control del camión después de resbalar y morder la banquina.

Según la policía, Castillo había venido desde Mendoza en ese camión Mercedes Benz de la empresa para la que trabaja para colaborar con la mudanza de algunos familiares y de paso visitarlos. Es más, precisaron que el trámite incluía el traslado de los muebles de un cuñado y su hermana desde Pocito a Rawson.

El vehículo transitaba hacia el Norte hasta que derrapó cuesta abajo por el terraplén y dio al menos un tumbo hasta quedar con la cabina aplastada, ruedas para arriba, pero el chofer apenas salió lesionado.