¿Quién se negaría a ayudar a la Policía, y más aún cuando llegan con el argumento de que en el fondo de tu casa están unos ladrones que ellos perseguían? La situación creada para fingir una situación de riesgo inexistente, funcionó la noche del viernes para tres sujetos. Al punto de que la dueña de casa les abrió la puerta de su casa en el barrio Capitán Lazo, en Rawson. Y segundos después terminaba siendo víctima, junto a una amiga, de esos sujetos que daban la impresión de ser policías no sólo por lo que decían, sino también por cómo se veían: según fuentes policiales, las víctimas describieron ropa oscura, gorras y hasta un chaleco como el que usan los uniformados. Huyeron con al menos 800 dólares, 6.000 pesos y dos teléfonos.