El último lunes, a las 13, el agente Facundo Exequiel Ortiz (22 años, 4 meses de antigüedad en la Fuerza), cumplía su servicio de rutina como calabocero en la seccional 7ma, con una novedad: ese día estaba acompañado en la misma función por su compañero, el también agente Maximiliano Leonel Bustos (27 años, 2 años y 4 meses de antigüedad), quien había sido destinado a reforzar la zona de calabozos, ya que allí habían ido a parar 3 de los 15 presos que el último domingo en la siesta se habían amotinado en la seccional 6ta de Rawson, quemando frazadas, provocando daños y lesionado a un policía. Tanta precaución de los mandos policiales, sin embargo, no tuvo el eco esperado: a las 13.07, dos de esos presuntos revoltosos derivados de la 6ta, Facundo Ceferino Vega Arroyo (21) y Darío Ezequiel Tapias (25), más otro sujeto que estaba detenido en la 7ma, Walter Ismael Romero (21), abrieron como si nada la puerta del calabozo y escaparon a plena luz del día. Dos de ellos cayeron enseguida, el último casi 4 horas después.

El agente Facundo Ortiz (22) era calabocero en la 7ma.

Para el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, y el ayudante fiscal Sebastián Gómez, el hecho de que el candado no estuviera cerrado y que ninguno de los dos calaboceros estuviera en su lugar de trabajo a la hora del escape fue una muestra clara de que facilitaron a propósito esa fuga.

Por eso ayer les imputó el delito de facilitación dolosa de evasión y le pidió al juez de Garantías, Javier Figuerola, que conceda un plazo de 3 meses para investigar, y autorice el análisis de los teléfonos de ambos imputados para corroborar si fueron cómplices de los presos, como se sospecha.

Walter Ismael Romero (21), recapturado.

Fiscalía consideró, sin embargo, que los dos agentes pueden permanecer libres (los excarcelaron ayer), con la condición de que se presenten cada 15 días en la comisaría más cercana a su casa y se comprometan a no obstaculizar la investigación.

Luego de escuchar la petición fiscal, el abogado defensor Marcial Barrionuevo se opuso a que se considerara que sus clientes habían tenido la intención de facilitar el escape de los presos, y argumentó que los hechos debían calificarse como una evasión culposa, es decir como un acto negligente de sus defendidos.

Darío Ezequiel Tapias (25), también recapturado.

Luego de que el juez explicara que la calificación del delito es provisoria en la etapa de investigación, adhirió por completo al planteo fiscal.

La causa por la presunta evasión será investigada en el Segundo Juzgado Correccional.

Maximiliano Bustos (27, agente) también era calabocero en la 7ma.
Facundo Ceferino Vega Arroyo (21), detenido.