Un viaje de Angaco hasta Albardón para buscar a su madre se convirtió en el último para un motociclista. Fue el domingo a la noche cuando salió en su moto y en un cruce de calles en Albardón chocó con una camioneta y quedó muy grave. Tanto, que su cuerpo no resistió las lesiones del violento impacto: murió ayer a las 10 de la mañana, dijeron fuentes policiales.

Como adelantó DIARIO DE CUYO, la víctima fue Octavio Altamira, un portero de escuela de 34 años, también jornalero, que vivía con su mamá en el barrio Campo de Batalla, en Angaco.

Cerca de las 21, el joven montó en su moto Honda 110cc. con la expresa misión de buscar a su mamá Feliza Altamira (67) que estaba paseando en la casa de otro de sus siete hijos en Albardón.

Octavio circulaba por Sarmiento al Este y al llegar al cruce con General Acha, en Albardón, no pudo evitar el impacto con una Ford F100, guiada por Juan José Orozco (28) que transitaba en sentido contrario por Sarmiento y, al parecer, intentó girar al Sur por General Acha, dijeron fuentes de la comisaría 18va. al mando del comisario inspector Eduardo Albarracín.

Hasta lo que pudieron reconstruir los policías, el choque entre ambos vehículos fue frontal y dejó consecuencias letales para el motociclista porque salió despedido, impactó contra el parabrisas de la camioneta y cayó violentamente contra el asfalto.

El resultado fue grave porque Altamira no llevaba puesto su casco, y el siniestro le dejó gravísimas lesiones, principalmente en su cabeza: "Si hubiera llevado el casco a lo mejor su suerte hubiera sido otra", estimaron ayer los policías.

Pero para Altamira no hubo otra oportunidad. Según sus familiares, el joven había comprado la moto Honda hace dos años, con lo que pudo ahorrar de su trabajo como portero en la escuela Bernardo Houssay y también en algunas fincas vecinas. "Mi hermano era una buena persona… muy compañero, sólo queremos que se haga justicia", dijo ayer Eduardo Altamira.