Es toda una incógnita cómo entraron, porque sí o sí tuvieron que pasar por la puerta de ingreso al edificio y una vez adentro la del propio departamento. Otra pregunta que se hacen en la Policía es cómo sabían que ahí había dinero y en qué lugar lo tenían. Y es que, supuestamente, él o los ladrones fueron directo al dormitorio de la pareja y sacaron esa caja de seguridad que estaba atornillada detrás de un mueble, la que contenía la jugosa suma de 100.000 pesos en efectivo, algunas joyas y un reloj antiguo.
Así de silencio y misterioso fue el robo denunciado el sábado por la noche y que tuvo como blanco un departamento del segundo piso del Edificio Norte, en calle Tucumán al 57 Norte, entre Libertador y San Luis, en pleno centro capitalino. Fernando Montiveros y María Campodónico, los propietarios, salieron alrededor de las 17 del sábado, según versiones policiales. La mujer regresó a eso de las 21 al departamento y notó que faltaba una mochila, la que había dejado a la vista antes de salir. Cuando entró a su dormitorio, descubrió cierto desorden en la biblioteca y al mirar bien se dio cuenta que ya no estaba la caja de seguridad, contó una fuente del caso. Según las versiones policiales, esa caja metálica estaba atornillada a la pared y dentro del mueble, oculta detrás de unas cosas. Lo que hicieron fue tironearla hasta que los tornillos aflojaron y así la sacaron.
Montiveros y Campodónico denunciaron en la Seccional 1ra que en la caja que se robaron tenían 100.000 pesos en efectivo, joyas y un reloj antiguo, indicaron las fuentes. También habrían dicho que 30.000 eran producto de sus ahorros y el resto, los 70.000, provenían de un préstamo que obtuvieron para la inversión en un negocio.
Los investigadores detectaron que no hubo violencia en la cerradura de la puerta del departamento, esto hace sospechar que él o los ladrones pudieron tener una copia. Además también tuvieron que sortear el ingreso al edificio, para el cual necesitaban otra llave. En la Policía averiguan quién más sabía de la existencia del dinero, dado que surge a la vista que no fue un robo al azar y que quien entró fue directo a esa caja de seguridad que estaba detrás del mueble del dormitorio.