Otra distracción de minutos, otro bebé en medio de una desgracia, otra siesta para el olvido, otra vez el luto y el dolor irreparable atravesando a una familia. Sólo un día después de la tragedia de Valle Fértil, en la que un nene de un año y nueve meses murió ahogado en la pileta de lona del fondo de su casa, sucedió el caso de otra criatura, esta vez de 8 meses, que se cayó en la cámara séptica del patio de su casa en Rawson, llegó gravísimo al hospital y terminó falleciendo ayer por la mañana.

Según detallaron desde la UFI Delitos Especiales, coordinada por el fiscal Adrián Riveros y a cargo de las investigaciones de la tragedia, el nene estaba junto a su padre en el patio de la humilde vivienda ubicada por calle Tacuarí pasando Santa Rosa.

De acuerdo a la reconstrucción en base a testimonios y pericias hecha por la Unidad Fiscal, el padre perdió de vista apenas unos minutos al bebé para ir a guardar algo en el fondo. Pero ese mínimo lapso bastó para que, apenas volviera, se encontrara con la peor imagen: su hijo se había desplazado en el andador hasta la cámara séptica, que en ese momento no tenía puesta una de las dos tapas, y había caído al pozo.

Adentro de la cámara apenas había 8 cm de altura de aguas servidas. Pero, por el tamaño del bebé, fue suficiente para que sufriera asfixia por sumersión, tal como confirmó luego el estudio forense.

Los padres, desesperados, intentaron reanimar al niño y de inmediato recibieron ayuda de unos vecinos, quienes los llevaron en auto hasta el Hospital Rawson. El ingreso al servicio de Pediatría fue alrededor de las 16 del lunes. Los padres pasaron horas de angustia rezando y esperando un milagro.

Pero el nene sufrió un paro cardíaco a las 2 de la mañana de ayer, del cual no hubo forma de recuperarlo. Y finalmente los médicos establecieron que falleció a las 7,30.

Si bien la investigación judicial no está concluida aún, todo hace creer que no hubo ninguna intención de daño de parte de la familia, sino un descuido trágico.

• El hospital del Valle no será investigado

En el caso del bebé que murió ahogado en Valle Fértil hubo una irregularidad: el personal del hospital les entregó a los padres el cuerpito de su hijo sin dar antes intervención a la Justicia, pese a que el niño había ingresado ya sin vida. Pero ayer el fiscal Riveros dijo que se trató de un desconocimiento de los protocolos, de modo que no habrá causa judicial al respecto.