Totales, fueron las pérdidas en la casa donde Julia Romero (67, abajo) vivía con dos de sus hijos, una nuera y 6 nietos. Si alguien desea colaborar puede llamar al 2644576573.

"Yo no me quiero ir de mi casa, 27 años viví acá con mi viejito... él me ha dejado esto", decía con la voz entrecortada por el llanto la viuda Julia Romero (67), mientras miraba los escombros de lo que había sido su casa de tres ambientes de la calle Reconquista en el barrio Libertad, Chimbas, a causa de un incendio. Allí, la mujer vivía con dos de sus cuatro hijos (viven de changas y trabajos precarios), una nuera y sus 6 nietos, entre ellos Cristian, un adolescente de 16 años con un severo autismo y una gran discapacidad física, pues tiene la pierna izquierda más corta.

En la casa no quedó prácticamente nada a salvo, ni los 200 pañales que le había dado el Gobierno para Cristian.

Todo ocurrió alrededor de las 4.15 de ayer, cuando la familia dormía. A esa hora una de las hijas de Julia, Yanina Castro (37) empezó a sentir olor a quemado desde la habitación en la que descansaba con sus tres hijos, Nahuel (15) y las gemelas Aimara y Yamile (12).

"Sentí olor como a cartón quemado y le dije a mi mamá, pero me dijo que no sentía nada. Después abrí la puerta del pasillo porque era muy fuerte y vi la llamarada". Presa del pánico, la familia huyó de las llamas que consumían muy rápido el techo de palos y cañas, y todo a su paso. Nahuel sacó a su abuela en brazos hasta el fondo mientras Daniel (42), el otro hijo de Julia, sacó a Cristian, su chico mayor. Su esposa Inés Páez (45) y sus otros dos hijos, Sergio (15) y Daniel (10), también corrieron a ponerse a salvo.

A los pocos minutos llegaron dos dotaciones de bomberos de la policía que tardaron 1 hora en extinguir el incendio. Según la familia, esos policías les dijeron que el fuego se produjo por un cortocircuito en el comedor de la casa. Y sólo pudieron controlarlo porque cuando llegaron nada se pudo rescatar, ni siquiera la única moto que tenían para trasladar al joven discapacitado a las visitas médicas y para ir a trabajar. La casa quedó también inhabitable.

"Ahora vamos a dividirnos en las casas de mis otros hermanos, pero no sabemos dónde vamos a vivir ahora", aseguró Yanina. Ayer, Desarrollo Humano acercó frazadas y camas a la familia, que también recibió ayuda de sus vecinos.