Una violenta separación es la que vivió una mujer, en la Villa Morrone, Chimbas. Jimena Oliver (24) discutió con su esposo el viernes en la tarde y decidió terminar con su matrimonio. Pero lo que pudo ser una simple ruptura se transformó en un calvario para la joven madre.

Ella decidió poner paños fríos a la situación e irse a la casa de una amiga con sus dos pequeñas de 6 y 4 años. Alrededor de las 21 de ese día, su exmarido Emanuel Páez (33) fue hasta dicho domicilio, le "arrancó" a las niñas y se las llevó hasta el barrio Parque Industrial.

Desesperada, intentó seguirlo y la amenazó que la iba a matar, mediante mensajes de texto. Lamentablemente, el problema no terminó allí, cerca de las 4 de la madrugada, el sujeto regresó a buscar a su exmujer y tras insultarla, la agarró del cuello y la arrastró hasta la calle. "Estaba enceguecido. Me corté y me golpeé mientras me agredía", expresó.

No es la primera vez que protagoniza un hecho violento así. Desde hace 8 años que está con él, Jimena recuerda que siempre ha recibido agresiones y que por miedo no lo había denunciado hasta esa noche. "No me dejaba tener amigas y una vez me rompió el celular contra la pared", lamentó.

Golpeada y ensangrentada radicó la denuncia en la Comisaría para la Mujer con el principal objetivo de recuperar a sus hijas. "Me dijeron que hicieron allanamientos en diferentes lugares y no lo encontraron", dijo con pena la madre que tampoco pudo volver a la casa donde vivía y que tuvo que quedarse en la casa de su padre, en Rawson porque no tiene las llaves de su hogar.

"Estoy con lo puesto pero eso no me importa ahora. Quiero a mis hijas y sólo el juez puede entregármelas porque la Policía me dijo que no puede entrar a la casa sin una orden judicial", explicó.

La víctima indicó que su exmarido trabaja como seguridad en el Hospital de Pocito y que desde el sábado en la madrugada no le responde los mensajes, menos la familia de él. "Lo único que me interesa es tener a mis hijas", cerró insistente.