Resultaba extraño que no bajara del techo. Hacía un rato que Mario Martínez había subido a cortar un alambre, pero curiosamente no daba señales. La intriga hizo que alguien de la familia se trepara y, apenas se asomó, vio el cadáver del muchacho tendido arriba de esa casa del barrio FOEVA en Rivadavia. Le había dado una descarga eléctrica.

Eran las 12.30 de ayer cuando descubrían la tragedia en el techo de la casa de calle Echeverría al 1705 Oeste. Todo indica que Mario Rolando Martínez, de 32 años, recibió una mortal descarga eléctrica al tocar la pérgola que sostenía una parra, indicaron en la policía. En un hierro de esa estructura hallaron restos de piel (la víctima tenía quemaduras en su mano derecha), lo que demostraba que ahí "hizo masa". Lo curioso es que después los policías de Bomberos -a cargo del oficial Daniel Domínguez- con personal de Energía San Juan hicieron una inspección y no detectaron fallas eléctricas ni fugas de corriente. Aún así, no descartaban que algún cable pudo estar tocando el hierro y que luego del accidente fue retirado, explicó un policía.

Mario Martínez, que era obrero de la construcción y padre de una nena, planeaba ayer salir a pasear con su familia. Todos se estaban alistando. El muchacho necesitaba atar una cosa antes de marcharse, entonces buscó alambre. Al parecer, había un trozo en el techo. Por eso se trepó arriba para intentar cortar un pedazo de alambre, dijeron sus familiares. Ahí fue que recibió la descarga de energía y murió. Nadie lo pudo salvar, estaba solo cuando ocurrió el accidente.