La empleada doméstica limpiaba la vereda. Uno de los nietos de la dueña de casa estaba viendo los dibujitos en la televisión. La abuela del niño, de 59 años, se aseaba en el baño. El marido de la mujer había salido a hacer unos trámites por unos estudios para su esposa, aquejada de cáncer. Ese cuadro de situación atravesaba la familia Siri, a las 9.10 de ayer, cuando dos sujetos en moto pasaron por primera vez por la puerta de la vivienda ubicada en el barrio Vesta, Capital. En una segunda pasada uno de los "motochorros" se bajó a la carrera del rodado y encañonó a la empleada. Y así daba comienzo al octavo robo contra esa familia, esta vez mucho más grave porque por primera vez los ladrones usaron armas, los atacaron en su propia casa y en pleno día.
Los ladrones llevaron adentro a la mujer, que gritaba desesperada. Y en el interior sorprendieron al niño frente al televisor y a la dueña de casa en el baño. En eso que los delincuentes revisaban la casa, el propietario regresó y también fue reducido. Luego de revolver un par de piezas y a las víctimas, los malvivientes escaparon con 6 anillos de oro y plata, 3 celulares, las llaves de la casa, del auto, un revólver Colt calibre 38, una pistola calibre 22, proyectiles (antes usados para prácticas de tiro) y unos 3.600 pesos, afirmó Julio César Siri (65), una de las víctimas.
El robo de ayer en la mañana fue el octavo que sufren los Siri en los 30 años que viven en el 909 de calle República Árabe Unida, en Capital, afirmó Ana Bravo, la dueña de casa. "Ya nos han robado 7 veces, pero cuando no estábamos en la casa", afirmó la mujer, quien agregó que es docente y está de parte médico por su enfermedad. Justamente su esposo había salido unos minutos antes a sacar unas fotocopias y a retirar dinero de un cajero cercano para que su mujer se haga unos estudios en Mendoza.
Pero el hombre se olvidó la historia clínica y cuando regresó, se topó con los ladrones que lo encañonaron. Después, los delincuentes revisaron la habitación del matrimonio y de allí sacaron varios anillos, algo de dinero y las armas, una de ellas recuerdo de familia: era del padre de Siri.
A Julio César lo revisaron y le sacaron la plata que había sacado del cajero. Luego de unos 20 minutos, los ladrones escaparon con 3.600 pesos, las alhajas, las armas, las balas, los celulares y las llaves de la casa y del auto de la familia, aseguró Siri.
"No nos pegaron ni tampoco nos maniataron. Buscaban plata y las armas las teníamos para defendernos porque nos cansamos de los robos. Por suerte nadie salió lastimado", aseguró Ana Bravo.

