"Vi la nota en el diario del hombre al que le robaron sus chanchos y me animé a escribir un cartel similar, porque estoy cansada de que me roben tantas veces y nadie haga nada. Yo no recibo subsidios ni ayudas de ningún tipo y tampoco tengo otro medio para subsistir". Entre lágrimas e indignada, así se quejó ayer María Martínez, una comerciante caucetera de 50 años harta de que en los últimos 10 le hayan robado 22 veces en dos negocios de su propiedad. Luego de que su tienda de ropa fuera arrasada el martes último y tras ver en la edición de ayer de este diario la nota del productor pocitano de cerdos y su particular reclamo, la damnificada escribió un anuncio parecido en su local para pedir seguridad: "Vendo ropa antes de que vuelvan a robarme (22 veces). ¿Y la policía? Donde está, qué hace?". Lo grave es que ahora, cansada de los robos, la comerciante decidió electrificar el techo de la tienda para evitar un nuevo atraco.

Según Martínez, hace 15 años puso una panadería en la esquina de Ignacio de la Roza y Urquiza, frente a la escuela primaria José Chirapozu, en Caucete. Y desde hace 3, abrió un tienda de ropa femenina llamada "Cok-ta", agregó.

Pero en el últimos 10 años, los negocios se transformaron en blancos atractivos para los delincuentes. Es más, en 2010 fueron objeto de 8 robos de los 22 que sufrió en total: 7 "escruches" en los que se llevaron desde aparatos hasta mercadería de la panadería y de la tienda, la registradora con 2 celulares tras un asalto en octubre pasado, contó la comerciante.

Desde entonces la mujer enrejó y colocó candados en puertas y ventanas. Hasta instaló una alarma, pero ni eso pudo evitar que le robaran de nuevo.

El martes en la madrugada, al menos dos ladrones treparon al techo y cortaron el machimbre. La alarma se activó (unos vecinos llamaron al 911) y en pocos minutos los delincuentes robaron 37 vestidos, 28 jeans, 30 remeras y otras cosas por un valor superior a los 4.000 pesos, aseguró indignada la mujer. Al rato, Martínez llegó a la tienda y comprobó que solamente habían quedado las perchas peladas.

"De los 22 robos, denuncié 16 y la verdad, es una pérdida de tiempo. No tengo nada en contra de la Policía, ellos no tienen los medios suficientes para combatir el delito. Por eso escribí el cartel, que quedará hasta que los gobernantes hagan algo por nuestra seguridad. Además voy a poner cables con corriente en el techo, porque ni las rejas ni la alarma ni los candados lograron detener a los ladrones", comentó María Martínez.