Los textos de medicina señalan que las convulsiones aparecen de forma súbita, en el momento menos esperado. Y esto aparentemente le pasó a una joven mamá que ayer en la mañana sufrió uno de esos ataques de epilepsia justo cuando amamantaba a su bebé en la cama. Tres meses tenía esa criatura, que cayó al piso junto a su madre y murió asfixiado en el lamentable accidente, confirmaron anoche fuentes del caso.
El nene era el primer hijo de Cintia Bustos, de 20 años, y Daniel Echegaray, quienes comparten una casa en Rastreador Calivar al 96 Sur, a metros de avenida Libertador, Rivadavia, señaló la Policía. El bebé se llamaba Sair Brayan y llegó sin vida al Hospital Marcial Quiroga ayer a las 10 de la mañana, indicaron en ese nosocomio.
En la Seccional 13ra contaron que la joven padece de epilepsia. Esta es una enfermedad crónica por trastornos neurológicos que se caracteriza por inesperados ataques convulsivos con contracciones musculares, caída fulminante, sacudones en el cuerpo y pérdida de conocimiento que duran pocos minutos, entre otras cosas, explicó una médica a este diario.
Según la Policía, la chica estaba dándole la leche a su hijo en la cama y en ese momento le dieron las convulsiones. Se supone que ahí ambos cayeron hacia un costado. Su concubino estaba en otro sector de la casa y escuchó los ruidos, entonces entró rápidamente a la habitación y se encontró con su mujer y su hijo en el suelo, explicaron.
El hombre supuestamente levantó a la criatura y ayudó reponerse a la chica. Como el niño no reaccionaba, ambos salieron con el bebé rumbo al Marcial Quiroga, que queda aproximadamente a dos cuadras de su vivienda. ‘Ellos entraron llorando. Parece que no sabían que el niño estaba muerto. Nosotros hicimos maniobras de resucitación cardiopulmonar al chico durante 30 minutos para ver si reaccionaba, pero no hubo forma’, explicó la médica Stela Sánchez, quien agregó que el nene no presentaba lesiones. La Policía inició una causa por actuaciones por fallecimiento, dado que todo indica que fue un hecho desafortunado. Echegaray, el papá, no podía ni hablar: ‘Estamos muy mal y lo que quiero ahora es contener a mi mujer’, dijo visiblemente dolido. Anoche trascendió que la autopsia reveló que el niño murió asfixiado, posiblemente al ser aprisionado por el cuerpo de la madre.

