A simple vista, una pareja normal, con un condimento: ella, supuestamente embarazada. Ambos entraron preguntando precios al local donde venden ropa y palos de hockey en Desamparados, Capital. La serenidad con la que se desenvolvieron nunca hizo dudar a la empleada del negocio de que segundos después, esa "inocente futura madre", la asaltaría. En un momento dado, el muchacho la sorprendió detrás del mostrador, le tapó la boca, la ató y la encerró en el baño. Todo bajo las órdenes de la "embarazada". Así fue como la pareja escapó con dos celulares y unos 3.000 pesos, entre dinero y mercadería, dijeron las víctimas.

Según contaron en el local "Flick Deportes" (venden indumentaria y accesorios para hockey sobre césped), el robo ocurrió el jueves minutos después de las 17. El negocio, ubicado en avenida Libertador, entre Matías Zavalla y Alvear, en Desamparados, Capital, era atendido por una empleada llamada Érica que estaba sola, dijeron.

Allí llegó una pareja. La chica, aparentemente estaba embarazada de pocos meses y acompañada por un joven.

Tras unos segundos en el local, ambos empezaron a preguntarle a la empleada los precios de algunos palos y ropas. Hasta ahí todo normal. Iban y venían desde un lado a otro, mirando y consultando, precisaron ayer en el negocio. Eligieron un stick, un conjunto y fueron hasta la caja. Cuando la empleada quiso cobrar las cosas, el joven metió su mano en el bolsillo para sacar "una tarjeta". Pero no lo hizo. De repente, sorprendió a la vendedora agarrándola por la boca. Dio la vuelta al mostrador y cortó el cable del teléfono sin soltarla, comentaron. Con el cable, le ató las manos por delante y la hizo agachar. La arrastró hasta un baño y antes de dejarla encerrada le advirtió que no saliera, todo supervisado y dirigido por la presunta embarazada, comentaron en el comercio. Mientras su compañero reducía a la chica, la ladrona se dedicó a sacar 1.500 pesos que había en la caja. Y unas 15 prendas de vestir entre camperas, remeras y buzos por un valor de 1.500 pesos, dijeron en el local. Luego de unos minutos y al no escuchar más movimientos, la empleada pudo zafar de su atadura y dio aviso a la policía.

En tanto, la dueña del local (pidió reserva de su nombre), precisó que era la primera vez que le robaban en el local y agregó: "vamos a tratar de poner un sistema de seguridad junto con otros locales de la zona".