Rubén Darío "Merluza" Quiroga (50), la víctima

El relato de Glenda Aciar (23) frente al juez Javier Alonso -Segunda Circunscripción de Jáchal- fue el de una mujer que supuestamente actuó bajo amenaza de su pareja Luis Montaño (31) para deshacerse de la peor manera de Rubén Darío "Merluza" Quiroga (50), el amante de la joven. Se trata del crimen en donde redujeron a cenizas a este iglesiano luego de tenderle una trampa para ultimarlo.

Fueron casi 7 horas donde Aciar dio detalles de lo que supuestamente ocurrió desde que su marido descubrió por un mensaje de WhatsApp que le era infiel con Quiroga. Desde ese momento aseguró que estuvo atada a un martirio con Montaño, que incluyó vejaciones, golpes y hasta la orden de raparse o la mataba.

Glenda Aciar (23), ya con el pelo rapado (lo llegó a tener más corto que en la imagen)

Le contó al juez que cuando a principios de mayo vio ese mensaje, le sacó el chip al teléfono de ella y se lo puso en su teléfono, y simuló ser Glenda en cada mensaje que le mandaba a Montaño. Contó que, supuestamente, este hombre le dio palizas cada vez que quiso, que en más de una vez la obligó a salir afuera de la casa en bombacha para que sienta el rigor del frío y que la dejaba entrar sólo para darle de mamar a su hijita de 2 años.

Hasta aseguró que cuando subió a Veladero a trabajar, las amenazas era por teléfono (le dio otro aparato para que se comunique con él). Le pedía videos íntimos y una de las veces la obligó a cortarse el pelo: "Te pelás o te pelo yo y te mato", según reza en el expediente. Que si le preguntaba alguien por qué se rapó, que les dijera que era por una promesa.

Glenda, antes, con su cabellera habitual

Cuando la Policía llegó a la casa, el viernes 16 de junio (los policías de Homicidios tenían el dato de que algo había pasado en ese lugar), Aciar se quebró y confesó lo que había pasado. También les describió el arma homicida y les dijo dónde la había descartado su pareja, en un callejón cercano.

Así y todo, la mujer sigue detenida en la Seccional 28va bajo la imputación de homicidio agravado por el vínculo (al reconocer una relación por fuera de la pareja) y alevosía.

Este viernes, hasta última hora, dará su versión Montaño ante el juez. La defensa tiene su estrategia y apunta a sacar de la escena del crimen a este hombre, con testimonios y pruebas.

El crimen

La hipótesis que manejan los investigadores es que la propia Aciar sirvió de anzuelo para atraer a Quiroga hasta su casa o a una zona cercana, y que allí fue sorprendido por Montaño. Suponen además que la víctima fue asesinada de al menos un golpe con un elemento contundente, que puede ser una barreta que luego hallaron en un callejón cercano. Y que luego lo quemaron en una zona de cerros, a unos 1.000 metros de su casa, situada en inmediaciones de la Ruta Nacional 150 y la calle Tiro Federal, Rodeo.

Además, en el pozo negro de la vivienda de los sospechosos se halló parte de la carcasa de un celular, un pedazo de hierro y cables acerados (pueden ser de la bicicleta de la víctima) y restos de huesos que fueron enviados a peritar y que se comprobaron que eran humanos.