Cuando la jueza Celia Maldonado le preguntó al jornalero de 36 años si admitía haber atacado sexualmente a sus dos sobrinas y estaba dispuesto a recibir 8 años de cárcel, el imputado respondió con un sí, casi indiferente, como si deseara que pronto terminara el trámite. Tampoco se inquietó cuando la magistrada le informó que ese castigo se le unificaría con el de 3 años sin encierro que había recibido el 14 de mayo de 2022, también por abuso sexual, aunque en ese caso fue por aprovecharse de la inmadurez sexual de una jovencita.

Una pena única de 11 años es lo que deberá cumplir ahora ese obrero, identificado sólo por sus siglas (J.L.S.) para preservar a sus sobrinas, a una de las cuales manoseó y le ofreció dinero para mantener sexo cuando tenía 10 años, aunque la peor parte se la llevó su hermana menor, que fue violada varias veces cuando tenía apenas 7 años.

Todo se descubrió en la escuela donde asistían las niñas. Entonces, la mayor de ellas (de 12 años) se había provocado varios cortes en uno de sus antebrazos en medio de una crisis de nervios. Cuando la enfermera fue a realizarle las curaciones tras un llamado de la directora, y ahí comentó que su tío abusaba de ella y sabía que le hacía lo mismo a su hermanita menor.

El 2 de diciembre pasado, la madre de esas nenas denunció en el Anivi. Y las entrevistas de ambas con psicólogos terminó por desnudar una realidad aún más grave, pues la mayor de las niñas -se supo- sólo había sido manoseada y tentada por su tío para tener relaciones sexuales por dinero. Pero resultó que su hermana menor había sufrido varias violaciones.

Los ataques se dieron cuando el padre de esas nenas construyó en el fondo de una propiedad, una habitación para el ahora condenado. Esa cercanía y la convivencia que mantuvieron prácticamente durante un año, fue la ocasión ideal para ese tío depravado, que no dudó en atacar a sus sobrinas cuando quedaba a solas con ellas e inventaba excusas para llevarlas a su habitación.

El informe médico sobre la existencia de lesiones en la menor de las hermanas y los informes psicológicos sobre la presencia de las conductas usuales en víctimas de abuso sexual, terminaron siendo pruebas demasiado contundentes contra ese obrero.

Por eso, al llegar a juicio, decidió a través de su defensor oficial Hugo Trigo y del ayudante de Defensa, Carlos Fleury, evitar un juicio común y admitir, en un juicio abreviado, su responsabilidad en los delitos de abuso simple contra la mayor de sus sobrinas y violaciones reiteradas contra la menor (en ambos casos agravados por la convivencia). Con el fiscal subrogante Raúl Iglesias y la ayudante fiscal Gabriela Molina, finalmente el imputado y su Defensa acordaron una pena de 8 años y la unificación con el castigo de 3 años que ya tenía.

 

> Albañil violó a sobrina, le dieron 6 años

Un albañil de Chimbas reconoció ayer que violó varias veces a la sobrina de su pareja (entre los 12 y los 15 años). Y a través de su defensor, Julián Gil, pactó un juicio abreviado con el fiscal Roberto Mallea (UFI Anivi), en el que admitió haber cometido esos delitos y se mostró dispuesto a cumplir 6 años de cárcel. El caso había sido denunciado el 8 de enero pasado por la madre de la niña. Los detalles que escucharon luego los psicólogos del Anivi no dejaron dudas sobre la existencia de los abusos por el cuadro de ansiedad, angustia y otros indicadores verbales y no verbales que presentaba la menor. El informe médico demostrando la existencia de lesiones de antigua data, también fue una prueba difícil de sortear para ese albañil, que ayer admitió todo ante la jueza de Garantías, Verónica Chicón, quien lo condenó a 6 años.