Había sido una nieta de esa anciana de 97 años que sufre alzhéimer, la que se topó con una escena que la llenó de indignantes sospechas, pues al ingresar a la casa observó al sobrino de la mujer que la cuida (un jubilado de 73 años) con el pantalón corto bajo, en una posición que no lo favorecía junto a la dueña de casa. Enseguida hubo denuncia y las pruebas que ordenó recabar el juez Diego Sánz (subrogante en el Quinto Juzgado de Instrucción), pronto terminaron por complicar la situación de ese hombre, que fue a parar a un calabozo de una comisaría de 9 de Julio. Ayer, el magistrado indagó al sujeto por un delito grave, un abuso sexual con acceso carnal agravado, pero el hombre negó haber sometido a su tía a semejante ultraje. Asistido por el abogado Claudio Vera, el acusado intentó explicar ayer que se trató de una confusión. No negó que lo hubieran sorprendido en paños menores, pero aseguró que eso ocurrió porque debió salir de apuro del baño pues su tía había gritado. Y agregó que cuando la nieta de la mujer lo sorprendió, en realidad estaba ayudándole a acostarse en su cama a la mujer, indicaron fuentes judiciales.

Las explicaciones del sospechoso, sin embargo, se topan además con otra prueba clave en el caso: el informe médico. Según voceros judiciales, este profesional informó que, al revisar a la anciana, detectó una lesión de reciente data en su zona genital.

El caso fue denunciado por familiares de las anciana en la Comisaría de la Mujer el pasado 5 de noviembre. Fue después de que la joven le comentara a su madre lo que había visto en la casa de su abuela, imágenes que movieron en el acto a la hija de la anciana a pedirle explicaciones al ahora detenido.

El sospechoso (no mencionado para preservar a su familiar) había vivido en Buenos Aires, y al llegar a San Juan, se radicó en la casa de su tía enferma. Desde hace unos cinco años que vive con la anciana y se encargaba de cuidarla (igual que la nieta de la mujer) pero ahora las cosas se le complicaron. En las próximas horas su abogado pediría que le concedan la prisión domiciliaria por tener más de 70 años, precisaron los voceros.

El juez deberá evaluar ese eventual planteo y también analizará las pruebas para determinar si deberá o no procesar al jubilado por el grave ataque sexual contra su propia tía.