Un hombre con problemas mentales que vive en Chimbas fue hallado golpeado adentro de un auto en 9 de Julio. Le faltaban las zapatillas y dijo que fue víctima de un asalto, pero en la Policía dudan de su versión.

Todo comenzó cuando Hugo Rodríguez (45), con domicilio en en el barrio chimbero Parque Independencia, se dirigió en la noche del martes al Aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento, en Las Chacritas, 9 de Julio. Llegó junto a su novia, de 28 años, “diciendo que quería volar, que quería subirse a un avión e irse a algún lado”, señaló una alta fuente policial a este diario.

Los guardias de seguridad del aeropuerto, que está cerrado por la pandemia del coronavirus, lo corrieron y en ese momento empezaron los problemas, pues el hombre en vez de retirarse por la ruta comenzó a correr por el descampado que está detrás de la base aérea y su novia lo perdió de vista, explicaron los voceros.

Al rato, preocupada porque no tenía noticias, la chica llamó a la Policía y los efectivos de la seccional 31ra iniciaron la búsqueda de Rodríguez. Equipados con linternas, en esa tarea andaban por la zona cuando sobre las 4 de hoy les avisaron que en el Loteo Fiorito, cercano al aeropuerto, otro grupo había aprehendido a un sujeto que se encontraba reposando en el interior del auto de un vecino.

El hombre resultó ser Rodríguez, quien además de faltarle las zapatillas, tenía sangre en la cabeza y el rostro. Los policías en un principio lo habían detenido suponiendo que se había metido al auto con intenciones de robo, pero el vehículo no estaba violentado. Además, Rodríguez les dio a entender que había sido víctima de un asalto y que allí había encontrado refugio. En la Fuerza no descartaban un ataque pero dijeron que la versión que dio no era contundente.

Lo concreto es que una ambulancia lo trasladó al Servicio de Urgencias del Hospital Rawson, donde los médicos constataron que tenía heridas cortantes en la cabeza y el pómulo izquierdo. Allí lo dejaron en observación, esperando los resultados de unos estudios, indicaron fuentes del caso.

La investigación quedó en manos de la comisaría 31ra, desde donde admitieron que resulta complicado obtener datos certeros de los supuestos asaltantes, teniendo en cuenta las condiciones mentales de la víctima. De todas formas se inició una causa.