El incendio fue dramático y muy dañiño. Porque los vecinos debió rescatar a un niño con síndrome de Down y a su abuela, con problemas mentales, insuficiencia en un pulmón y con dificultades para caminar por una fractura en su cadera hace 10 años. No hubo que lamentar víctimas, pero el fuego causó estragos en esa humilde casa del Lote Hogar 2541 de La Bebida, Rivadavia, que a diario sacan adelante, Adela Ramos (45) y su hija de 17 años, que trabaja como empleada doméstica.

Hace 2 años que Adela dejó su trabajo como doméstica para cuidar a su hijo Efraín (10 años, síndrome de Down) luego de que le pusieran una válvula en el corazón por un problema congénito. A raíz de eso, el niño debe tomar de por vida una pastilla. Adela también debe cuidar de su hija de 7 años con un problema en un ojo y a su mamá María Rosa (65), aquejada por varios problemas de salud.

Todos en la casa se mantienen con $2.600 mensuales: $2.200 que le dan a Adela de pensión por su madre y su hijo, y el resto lo que le da su hija de su sueldo.

‘Me arreglo como puedo y encima mi ex pareja no me pasa plata’, comentó Adela. A la complicada situación familiar se le agregó otra desgracia ayer a las 9: la mujer y su familia se quedaron con lo puesto luego de que un incendio destruyera su ropa y casi todas sus cosas en su casa.

‘No nos quedó nada y no encuentro trabajo. Encima se quemaron hasta los remedios de mi hijo y mi mamá’, comentó Adela, quien habían salido temprano al centro a pagar la luz y a retirar una orden para los remedios de su hijo, cuando su hija le avisó del incendio.

El pleno siniestro, el niño y la madre de Adela fueron rescatados por unos vecinos que, al ver humo, arrancaron la reja de una ventana y por ahí los sacaron. ‘La abuela estaba casi inconciente y el niño no paraba de gritar’, contó Carina Cortez, improvisada rescatista. Al llegar, Adela se topó con un TV de 29’, un lavarropas, la heladera, 3 camas, un ventilador, un horno eléctrico, ropa y muebles destruidos por las llamas. Sola una pieza se salvó del fuego.

‘Mi mamá me dijo que vio una mano tirando un papel con fuego por la ventana’, dijo Ramos. En la policía, sin embargo, dicen que todo se originó por una estufa que pudo hacer contacto con una cama en un dormitorio.