Armando Pastén terminaba de llegar a reunirse con un grupo de vecinos en calle El Bosque y Campodónico, Angaco, cuando una carraspera lo llevó hacia el canal. "Che, hay un cuerpo en el agua", avisó a sus amigos. Una mirada más atenta les confirmó que era una mujer, y enseguida Armando exigió a su hermano Celestino que llegara urgente hasta la casa de su madre de 86 años, situada a 1,5 km. al Oeste del cruce, para ver si estaba su hermana Cecilia (51 años). La respuesta confirmó sus peores sospechas: la mujer del canal era Cecilia. Temían que fuera ella porque más temprano había sufrido una de sus habituales convulsiones, que le daban a pesar de tomar sus medicamentos. "A lo mejor fue al canal a sacar agua, le dio otra convulsión y cayó", especulaba ayer Armando, dolido por la pérdida. Los policías de Angaco creían también que la muerte fue accidental.