Los jueces del Tribunal Oral Federal de Catamarca condenaron en forma unánime a catorce de los diecisiete imputados de integrar una organización narco, mientras que los otros tres fueron absueltos, entre ellos el albañil sanjuanino Eduardo Darío Guzmán, quien pasó 4 años preso en el marco de esta causa.

Las penas para los condenados fueron de entre 3 y 7 años y 6 meses, tal como había sido acordado entre la Fiscalía y las defensas. La mayoría de los acusados había confesado su participación en el hecho para conseguir una morigeración de la pena.

Los jueces Enrique Lilljedahl, Juan Carlos Reynaga y el subrogante Federico Bothamley –desde Santiago del Estero– dieron a conocer el veredicto. 

La pena más alta, de 7 años y 6 meses, fue para Eva Portillo López, quien es considerada la líder de la organización criminal. Además fue declarada reincidente. Por su parte, el oriundo de Tucumán, Domingo Caro, fue condenado a 6 años y 6 meses de prisión y actualmente se encuentra cumpliendo una sentencia unificada de 11 años, también por narcotráfico.

Entre los imputados catamarqueños quienes recibieron la pena más alta fueron Mario Rolón y Miguel Ángel “Cuky” Silva. Se les impuso una pena de 6 años. Idéntica pena recibieron los santiagueños Daniel Lastra, Juan Alfredo Vázquez y los tucumanos José Roberto Leirman y Mauricio Jaime, y el ciudadano paraguayo Toribio Estigarribia López. Fueron considerados partícipes secundarios Ernesto Rolón, Alejandro Vázquez, Jonathan Ríos, Carolina Lizárraga y recibieron penas de 3 años.

Daniel Cuevas fue condenado a 4 años y fue declarado reincidente.

En tanto que fueron absueltos por falta de acusación fiscal, además del sanjuanino Guzmán, Gustavo Cattania y Alex López.

El Tribunal resolvió absolverlos de culpa y cargo por falta de acusación y ordenó que recuperen la libertad de forma inmediata. En los alegatos de la semana pasada, los fiscales Rafael Vehils Ruiz y María Correa habían pedido la absolución por el beneficio de la duda.

LA CAUSA

El 9 de junio de 2019, Gendarmería Nacional interceptó un cargamento de 30 kilos de marihuana que era transportado en un Citroën Air Cross que era conducido por Toribio Estigarribia, que escoltaba una camioneta Nissan que era manejada por Cuevas, quien estaba acompañado por su amigo Eduardo Guzmán, Eva Portillo y su nieto Alex.

Provenían de Buenos Aires y se habían trasladado hasta Termas de Río Hondo. Fueron sorprendidos en una ruta tucumana.

Según las escuchas telefónicas, Portillo proveía a Caro quien posteriormente revendía en Tucumán y en Santiago del Estero.

Eva Portillo

Jaime era el que cumplía el rol de "transportador" y le hacía entrega de la droga a Juan Alfredo Vázquez y a Lastra quienes posteriormente distribuían. "Chami" Díaz, que forma parte de una causa paralela, era el contacto de Mario Rolón, quien le compraba para luego revender al narcomenudeo en Catamarca.

A Guzmán lo favoreció el testimonio de Eva Portillo, quien dijo que "reconozco y pido disculpas a Daniel Cuevas y al chico (Eduardo) Guzmán, por todo lo que he hecho. Ellos y mi nieto no tienen nada que ver. También pido disculpas a Toribio (Estigarribia López)".

Cuando al sanjuanino le tocó declarar, explicó que "nosotros no vinimos a vender droga, ni hacer un punteo, ni nada de eso. El motivo por el cual yo vine a Santiago del Estero fue por un tema de trabajo".

Guzmán dijo que cuando fue detenido junto a Cuevas y Portillo, en Santiago del Estero, sólo estaban haciendo una compra-venta de un terreno y una camioneta. "Tengo entendido que el señor Cuevas le iba a vender una camioneta a la señora Portillo e iba a recibir un terreno en forma de pago. Al llegar a la casa de Santiago vimos el terreno y al señor Cuevas le gustó. La señora Portillo le pidió la camioneta con su nieto para buscar los papeles de la casa, plata, no sé qué tenía que hacer" sostuvo. Y agregó que al momento en que Gendarmería los intercepta, no se fugaron: "Yo me quedo con Cuevas viendo el terreno. A Cuevas le gustó. Como a las dos horas regresa la señora diciendo si podíamos hacer la transacción la otra semana porque había tenido un inconveniente. El señor Cuevas dijo que no había drama, y la señora nos pidió que la acercáramos a La Banda, a lo que Cuevas le dijo que sí, que no había drama. En el camino, al salir de la casa, alrededor de 50 kilómetros, nos atraviesa una camioneta gris, nos pasa. Nosotros volvemos a pasar la camioneta, y la camioneta nos vuelve a pasar. Y en eso que nos vuelven a pasar, sacan armas y veo la insignia de Gendarmería Nacional, ahí es donde nos detuvimos, nunca nos fugamos".

*Con información de El Ancasti