"Es un negocio", alcanzó a decir José Adolfo Algañaraz luego de escuchar el fallo en su contra.

El juez Eugenio Barbera (Sala III, Cámara Penal) entendió ayer que José Adolfo Algañaraz (52 años) violó de manera continuada a su hijastra y por eso lo condenó a 13 años de cárcel, dijeron fuentes judiciales. La chica había dicho que, cuando tenía 6 años, el acusado comenzó a manosearla y a decirle que sería su novia; que la había violado cuando tenía 12 y repitió esas prácticas al menos dos veces por semana hasta que tuvo 18 años. También había declarado que cuando tuvo 16 años quedó embarazada aunque perdió en un aborto el bebé de esos ultrajes sexuales.

El caso había sido denunciado por el padre de la víctima el 5 de septiembre de 2014, cuando una hermana mayor de la chica le refirió que era manoseada por el padrastro. Sin embargo en Cámara Gesell la niña negó haber sido atacada sexualmente. Y aunque una psicóloga que la entrevistó informó que no detectó específicos signos de abuso sexual, precisó también que estaba sometida a un sistema de presión familiar, que controlaba y dominaba su conducta.

Cuando la chica tuvo 18 años denunció y pidió una medida de protección contra su padrastro. El 27 de marzo de 2017 reveló con detalles los atropellos sexuales que había sufrido a manos del acusado y otra psicóloga concluyó que no mentía.

A su vez, el acusado fue descripto por otro psicólogo como alguien con rasgos psicopáticos y perversos, que significaba al otro como una cosa en la que descargar su satisfacción.

Al cabo de sus alegatos, la fiscal Ana Lía Larrea había pedido 25 años de cárcel porque creyó probados al menos cuatro violaciones. El abogado de la chica, Daniel Tersi, pidió 27 años.

Y ahora el defensor oficial Carlos Reiloba deberá decidir si pide o no la revisión del fallo en la Corte de Justicia, pues a su entender no se había probado que su defendido hubiera atacado sexualmente a la chica y por eso pedía su absolución.