Pedro Guiñez (48) se convirtió ayer en el detenido número 12 tras el crimen de su pequeña nieta Uma Calvo Carrizo (3 meses) usada en vano como escudo por un pariente, para desalentar una balacera en su contra por parte de unos 10 sujetos que llegaron en motos a ajustar cuentas a la casa de los padres de la beba en el barrio Huarpe, Pocito. Aquella noche del 4 de enero pasado, una bala calibre 9 mm atravesó la cabeza de la criatura, quitándole la vida la madrugada del día siguiente. Esa vez, también, parientes y amigos de la familia de Uma salieron a quemar y saquear las casas de los aliados de sus rivales.

Entonces la Policía empezó a hablar de problemas por drogas entre dos grupos: el conformado por los parientes de la nena, incluido su abuelo, y el de los Reyes Díaz, señalados como los responsables del crimen por ese tiroteo perpetrado para vengar a uno de ellos que fue baleado.

Guiñez fue apresado ayer en su casa del barrio Huarpe por policías de la Brigada Sur al mando de los principales Jorge González y Vicente Alvarez (con apoyo de la Seccional 6ta y policías de Médano de Oro), porque fue señalado como uno de los saqueadores y porque prestó para la maniobra su camioneta Ford Ranger que -sospechan- es robada.

Antes de esa causa, Guiñez había sido mencionado como el sujeto que recibía las drogas que, se supone, sustrajo un empleado de la Secretaría 5 del Juzgado Penal Federal, Rogelio Videla Hadad, escandaloso hecho denunciado el 26 de noviembre de 2011.

Ayer, los policías allanaron la casa de Guiñez y otras nueve del barrio Huarpe, en las que secuestraron la mayoría del botín de los saqueos: heladeras, televisores, puertas, ventanas, celosías, cocinas, garrafas, camas, modulares, placares, mesas comunes y de TV, sillas y hasta una moto también robada, entre otras cosas, informó la Policía.