Andrés Sánchez (25) estaba en el baño cuando llegó un compañero de trabajo en el Super Vea de Caucete a buscarlo. Nunca imaginó que su demora en atenderlo terminaría en un grave problema: en su afán por saber qué quería ese colega que también es su vecino, salió a buscarlo en el momento equivocado.

El muchacho vive con su padres frente al hospital caucetero y justo cuando salía de su casa, trasladaban a cuatro heridos de la hinchada de El Porvenir de Gerli, Buenos Aires, que habían protagonizado un violento cruce, con tiros incluidos, con barras de Racing Club de Avellaneda en la playa de estacionamiento de la estación de servicio YPF.

Y la ligó de arriba: ayer, su mamá Adelinda González, contó que cuando su hijo cruzaba la calle, unos 15 patoteros le ordenaron tirarse al piso para no ‘hacerlo boleta’, y como el miedo paralizó a Andrés, en vez de correr optó por obedecer. No fue la elección más acertada: una vez en el piso, recibió tal pateadura, que ayer los médicos debían hacerle algunos estudios para evaluar si la visión de su ojo derecho (ahí recibió al menos 5 puntos) no había quedado comprometida.

‘Con ese ojo no ve nada. Le hicieron como 5 o 6 puntos, pero también tiene golpes en todo el cuerpo. Encima mi hijo tiene problemas a la vista, sufre de miopía... ¡Qué salvajes, Dios mío! La Policía no debería haber dejado que anden libremente haciendo daño, si al que pasaba lo provocaban y apedreaban’, contó ayer Adelinda, angustiada.

LA PELEA
Todo se inició a la 1.30 de ayer en el ingreso a la Diagonal Sarmiento. A esa hora paró un rato el micro con 66 personas, barras de El Porvenir. A unos metros, por la ruta 270, estacionó a la misma hora otro colectivo con 55 sujetos hinchas de Racing.

Todos habían llegado a ver el partido que finalmente Racing ganó 2 a 0 a El Porvenir en el Estadio del Bicentenario en Pocito, por la Copa Argentina.

El problema surgió en la playa de estacionamiento de YPF. A pesar de que ambas barras eran custodiadas por policías de Caucete e Infantería, los barras se cruzaron en una feroz pelea que incluyó hasta disparos. Pero la Policía apeló a las balas de goma y controló la trifulca, que al final dejó cuatro heridos de El Porvenir: Gustavo Carella (22, de Lanús) con un balazo en el muslo izquierdo y otros tres sujetos con cortes en su cabeza y otras lesiones, dijeron fuentes policiales.

Cuando todo se calmó la Policía buscó el arma (sería un calibre 22) en ambos micros pero no la encontró (suponen que se la llevó algún cómplice que viajaba en auto particular) pero no se fueron con las manos vacías: en la requisa apresaron a Javier Sebastián Abades (28) porque en su poder tenía 6 gramos de marihuana, dijeron en la Policía.

Para evitar nuevas peleas, ayer los barras de Racing fueron escoltados por la Policía hasta el control policial de El Encón y al menos una hora después, aplicaron el mismo método para acompañar al micro con la otra hinchada.