’Ahora voy a ver cómo sigue esto porque la casa ya la tengo señada y esa plata era para cancelarla. Habrá que aguantar y ver cómo junto ese dinero de nuevo’. Nicolás Durán (32), un empleado administrativo del Banco San Juan, estaba en esa encrucijada ayer luego de que ladrones le sustrajeran una suculenta suma de dinero de la casa que alquila en el Bº Jardín Policial, en Rivadavia. Los malvivientes aprovecharon que el joven y su familia se fueron a pescar e ingresaron por una puerta mal cerrada del fondo. Después revisaron solamente la habitación de la pareja y se llevaron una cámara de fotos, unos anillos y un estuche que contenía nada más y nada menos que 171.000 pesos, precisó la víctima y la Policía.

Durán relató que el último domingo salió con su familia a las 16 de su casa ubicada en calle Comandante Cabot, cerca de Victoria, en Rivadavia. Cuatro horas y media después, el bancario, su mujer y sus tres hijos pequeños regresaron a la vivienda y se toparon con el robo.

Todo indica que los malvivientes ingresaron por el fondo y forzaron una puerta de tres hojas que había quedado mal trabada. Sin más obstáculos que esa apertura, los ladrones enfilaron directamente hacia la habitación de Durán y revolvieron todo. De ese sector, sacaron la cámara, las alhajas y el estuche de una notebook donde el bancario había metido días atrás 170.000 pesos. Ese dinero era producto de la venta de un terreno y tenía como fin la compra de una casa. ‘Acá alquilamos y por una cosa o por otra no pude cerrar la operación antes. Encima a más tardar al final de esta semana iba a cancelar nuestra casa’, comentó el damnificado, resignado.

Lo concreto es que además de esa importante suma, los delincuentes también se llevaron otros 1.000 pesos que eran de la mujer de Durán. Curiosamente, ninguno de los vecinos de la familia vio ni escuchó nada raro en las horas que los ladrones atacaron la vivienda, señaló el joven.

El caso es investigado por los efectivos de la Comisaría 28va y ayer los pesquisas de esa dependencia estaban convencidos que el golpe se dio gracias a los datos de un entregador, por eso centraban su atención en el círculo íntimo del bancario, informaron fuentes policiales.