Un bebé de un año y medio, que hace poco había aprendido a caminar, murió ayer electrocutado al tomar contacto con el cable de un lavarropas en medio de un fuerte tormenta que se abatió sobre en la localidad de La Nueva Donosa, a 80 kilómetros de la capital de Santiago del Estero. El hecho sucedió en horas de la tarde y el niño se llamaba Máximo Pedraza, quien jugaba cuando inocentemente tocó el cable, indicó Télam.