El Día de la Madre se tiñó de luto para un grupo de familias ayer. A primera hora, en Caucete, un joven a bordo de su auto, perdió el control del vehículo cuando volvía de hacer compras con su señora y su bebé, y terminó estrellándose contra un árbol con un resultado triplemente trágico: el conductor murió en el lugar, su bebé en el hospital de Caucete y su señora 11 horas después en un centro privado de salud en Capital.
No fue la única desgracia por los accidentes. A media mañana, en San Martín, un joven que iba en moto a saludar a su mamá, se estrelló contra un árbol y también perdió la vida a pesar de llevar el casco puesto, dijeron fuentes policiales (ver página 12).
TRIPLE TRAGEDIA
Néstor Alfredo Cuello se llamaba el joven que falleció con su familia en Caucete. Tenía 21 años, le decían ‘Bebi’ y era jornalero, aunque también se daba maña para arreglar motos junto a José Antonio, uno de sus cinco hermanos, contó ayer su mamá Raquel Cortez, destruida.
Según la mujer, hacía 2 años que ‘Bebi’ había resuelto unir su vida a la de Jésica Espinoza, una joven de su misma edad, hija única, con la que ya construían una casa en el fondo de la que tiene Raquel en Colón y La Plata, en los Lotes de Alvarez, Caucete.
El sábado en la noche, ‘Bebi’ salió de compras con su señora y el bebé de ambos, Alejo Valentín. Fueron hasta el centro de Caucete y todo marchó bien hasta que los sorprendió la tragedia.
Alrededor de las 00.30 de ayer, la pareja y su hijo volvían en el Fiat 128 comprado hace casi tres meses con el trabajo del joven, cuando ‘Bebi’ perdió el control, se fue hacia su derecha y todo fue un desastre. Según la Policía, transitaban por Colón (calle de ripio) hacia el Oeste, pero al llegar al cruce con Sarmiento, Cuello arrasó con un alambrado y la columna de un medidor de la luz hasta parar su descontrolada marcha contra una mora.
‘Bebi’ murió en el acto. Y fue necesario el trabajo de Bomberos al mando del oficial Daniel Domínguez, para sacarlo del auto junto a su mujer. El bebé fue rescatado antes, pero no pudo salvarse.
‘Mi hijo era una excelente persona, todos los querían.. qué desgracia Dios mío’, dijo Raquel, entre lágrimas.