Marcela Daniela había jugado prácticamente todo el día con sus amiguitos del barrio Bilbao II en el departamento 9 de Julio. A la pelota, al hockey sobre césped, uno de sus entretenimientos preferidos. Al cabo del tanto trajín la nena enfiló hacia el cuarto de baño para asearse, pero de ahí no salió más. Al cabo de una hora su mamá Marcela Contreras, extrañada de la extensa demora, se metió al baño a ver qué había pasado y lo que vieron sus ojos le partió el alma: su pequeña, la mayor de sus tres hijos, yacía en el piso desvestida, sin vida. Esa versión del desgraciado final de la pequeña fue relatada ayer por el padre de la víctima, el jornalero Pedro Godoy.
Cuando la familia comprendió que ya nada se podía hacer, llegaron los policías de la seccional 11ra. al mando del subcomisario Raúl Córdoba. Y en un primer análisis de la escena de la desgracia, llegaron a la hipótesis principal sobre la causa del trágico fin: la nena había muerto luego de recibir una descarga eléctrica del calefón porque, al parecer, había manipulado el enchufe del aparato que estaba apoyado sobre un tarro, a centímetros del piso, precisaron fuentes policiales.
El trágico desenlace trascendió ayer pero se descubrió alrededor de las 17.30 del sábado en la casa 24 manzana F del barrio Bilbao II, en la zona Este de 9 Julio. Allí vivía Marcela Daniela Godoy con sus padres y dos hermanos menores, de 4 y 1 año. Allí llegó el intendente departamental, Walberto Allende, con algo de ayuda para que la familia velara a la niña y sus colaboradores creían que de alguna manera daría también una mano para resolver el problema del calefón, que ayer seguía siendo usado por los deudos de la niña.
Según Pedro Godoy, a su hija le gustaba el reggaeton y el hockey. Y además de estudiar (cursaba el 5to. grado de la primaria), le ayudaba a su mamá en las tareas de la casa y el cuidado de sus hermanitos.
¿Por qué pensar que una descarga eléctrica terminó con los días de Marcela? "Tenía las lesiones típicas de las quemaduras de la electricidad en los dedos de una de sus manos y los pies todos morados. Además, se comprobó que el aparato no tenía toda la cobertura plástica en la zona donde va enchufado el cable", precisó ayer un alto jefe policial.

