Sin chances. Tras el violento impacto con la camioneta, el conductor del Chevrolet Corsa perdió la vida.

"Nosotros vimos el choque (...) cuando llegamos el conductor no reaccionaba. El muchacho que lo acompañaba se pudo bajar del auto pero se descompensó. Al de la camioneta le colgaba un brazo... estaba inconciente", relató ayer un matrimonio testigo (pidieron reserva de sus identidades) que asistió a uno de los heridos hasta que llegó la ambulancia: "Como media hora tardaron", precisó el hombre. Después del tremendo impacto no hubo escapatoria para el conductor de ese auto, Hernán Ormeño, un joven de 26 años, padre de dos chicos, que viajaba con un compañero de trabajo hacia el obrador de la empresa constructora que los empleó, Mapal, informaron fuentes policiales y judiciales.

Hernán Ormeño (26), víctima. 

El acompañante de Ormeño, Eduardo Franco González (24), terminó con una fractura en su brazo derecho y golpes varios. Y según voceros del caso estaba fuera de peligro, igual que el conductor de la camioneta de la constructora Cicón, Felipe Emanuel González (34), quien sufrió lesiones de distinta consideración.

Todo pasó alrededor de las 11,45 de ayer sobre calle Galíndez, en Rivadavia. A esa hora, González en la Toyota circulaba hacia el Sur, y todo indica que nada pudo hacer para evitar el impacto contra Ormeño ya que este joven, por alguna razón, perdió el control del Chevrolet Corsa y se le fue encima.

A simple vista, los pesquisas creían que Ormeño circulaba a alta velocidad y que no pudo dominar el auto cuando salía de una curva, unos 100 metros al Sur del cruce con Costanera y Benavídez.

Desentrañar esa situación era la tarea encarada ayer por el fiscal de la UFI de Delitos Especiales Renato Roca, con sus ayudantes Cristian y Maximiliano Gerarduzzi, y los peritos policiales.