“Pude tironear al cochecito y saqué al bebé para que no lo atropellara. A mi marido no le dio tiempo de alzar a los otros dos niños y los llevó por delante. El auto pasó por arriba de los dos niños y los arrastró por la calle”. Así relataba Elida Pereyra las dramáticas escenas que vivió ayer a la mañana con su marido y sus tres hijos, quienes esperaban el colectivo en una calle de Chimbas y fueron arrollados por un auto que era manejado por un hombre en estado de ebriedad, según la Policía y testigos. Encima, el automovilista no se detuvo y escapó, pero fue perseguido por dos vecinos que lo atraparon a dos kilómetros. Dos de los pequeños, de 3 y 4 años, permanecían anoche en terapia por las graves heridas, mientras que el papá tenía diversas fracturas.
Elida Pereyra (27) junto a Gustavo Reynoso (27) y sus hijos Lionel (4), Brenda (3) y Tiziano (1) planeaban ayer ir a Caucete a pasar el día. A las 8.30 ya estaban esperando el colectivo sobre el costado Norte de las calles 25 de Mayo y Tacuarí, frente al Lote Hogar 11. En ese momento apareció un Renault 12, que circulaba rumbo el Este detrás de otro vehículo. “El primer auto frenó por un charco de agua y el Renault lo esquivó para pasarlo por el costado, ahí se cruzó al otro lado y se vino directo a nosotros”, contó Elida, que tironeó al cochecito y así salvó a su bebé de 1 año. Gustavo quiso tomar a Brenda y Lionel para correrlos, pero el vehículo igual los embistió. “A los niños los llevó arrastrando. El auto nunca se paró y siguió de largo”, señaló Carlos Godoy, un testigo del accidente.
Mientras algunos vecinos auxiliaban a la familia, Godoy salió en su moto a perseguir al Renault 12. Lo mismo que Facundo Rodríguez, otro vecino, en su auto. Ambos recorrieron aproximadamente 2 km hasta que interceptaron a Rodolfo Ramírez (27), el conductor del Renault, y a su amigo en la puerta de una casa en Villa Ariza. Ahí llamaron a la Policía para que los detuvieran. Godoy y Rodríguez aseguraron que el automovilista estaba ebrio. En la Policía dijeron que el hombre evidenciaba signos de haber ingerido alcohol y reconoció que venía de una fiesta.
La pequeña Brenda permanecía en terapia intensiva del Hospital Rawson a raíz de las graves heridas en el cráneo y el abdomen, además de fracturas. Su hermano Lionel, que está en terapia intermedia, también presenta lesiones en la cabeza. Y el papá tiene fracturas en la pierna derecha, en una mano y una clavícula, informaron.

