El juez de Garantías Andrés Abelín Cottonaro desligó ayer con un sobreseimiento a un enfermero que estaba sospechado de haber violado a su pareja con la introducción de dedos. La decisión del magistrado tuvo directa vinculación con el pedido del fiscal coordinador de la UFI Cavig Roberto Ginsberg, quien pidió esa salida para el caso luego de que la mujer del acusado, acompañada de su abogado Juan Ponce, le dijera al magistrado durante la audiencia que el abuso no había ocurrido aquella madrugada del 31 de julio de 2021.

La audiencia de ayer estaba prevista para cerrar la investigación y pasar el caso a juicio con el sospechoso (defendido por Leonardo Villalba) en libertad. Pero antes de comenzar la audiencia, la mujer pidió la palabra y negó que aquella vez el ahora desligado hubiera llegado a su casa (estaban momentáneamente separados), se metiera al baño y luego le sacara la ropa en su habitación, mientras le decía que tenía olor a hombre para luego introducirle sus dedos.

La mujer refirió no sólo que aquel hecho no ocurrió sino que luego él violó la prohibición de acércarsele porque retomaron la relación y están en pareja.