"Me dio en la vena, me dio en la vena”, repetía Julio Iturrieta (28), quejándose, tomándose el costado interno de su pierna izquierda, regando de sangre la esquina de Cantoni y Thomas Edison, a metros de su casa en el barrio Retiro, Santa Lucía. El joven había recibido un navajazo de su propio cuñado José Luis Alé (25), y se retiraba a pedir ayuda mientras el escándalo y la pelea seguían en ese cruce, porque en defensa de Julio saltó su hermano Maximiliano (18) y sufrió un corte en la zona de su boca. Y porque Emiliano Barraza (20) vecino de los Iturrieta intentó intervenir y también recibió un puntazo en el costado izquierdo de su espalda. Ayer estaba fuera de peligro, dijeron fuentes policiales.

Según la policía, todo comenzó cerca de las 22 del sábado, cuando Alé, su mujer Vanesa Iturrieta y un amigo llegaron en auto al barrio Retiro. Alé estacionó a la vuelta mientras su mujer, Vanesa Iturrieta, entraba a saludar a los suyos y llevar algo de ropa de su pequeño hijo para ir con Alé a pasar las fiestas navideñas en otra parte.

Fue ahí que Julio -dijeron- salió a buscar al cuñado (dicen que llevaba un trozo de ladrillo), molesto porque no se soportaban: un mes atrás, Alé (supuesto experto en artes marciales) había herido de una trompada a Julio (estudiante universitario en programación de PC) cuando estaba en cama, según las fuentes. Sin embargo ahora, el conflicto terminaría de la peor manera. Porque Julio perdió mucha sangre pese al torniquete que le hicieron y porque la ambulancia tardó demasiado, se quejaron los vecinos. Murió alrededor de las 5 de ayer.

Luego, alrededor de las 16, policías de la Seccional 29na al mando del subcomisario Carlos Avellá bajo directivas del juez de Instrucción José Atenágoras Vega (secretaría de Gladys Capdevila) conseguían que Alé se entregara como único sospechoso del violento ataque.