El médico forense Eduardo Recabarren ratificó ayer en la Sala III de la Cámara Penal, que José Leónidas Cortez (54) sufría osteoporosis y murió por las múltiples fracturas en el tórax (10 en el costado derecho y 6 del lado izquierdo); también registró una en el brazo derecho. Y que la hora probable de su deceso fue alrededor de las 7 del 14 de diciembre de 2010, dijeron fuentes judiciales. Para la fiscalía y la querella ese testimonio fue clave para confirmar las sospechas sobre el exagente Sergio Rabaj, pues a esa hora él era el calabocero en la seccional 6ta. de Rawson, donde Cortez quedó detenido tras ser sorprendido abusando de una nena en el ‘bosque’ del parque municipal de Rawson.

La explicación del médico fue acompañada por la proyección de imágenes de las lesiones y el cadáver, pero por decisión de los jueces Eugenio Barbera y Eduardo Gil la declaración se hizo a puertas cerradas (sin público) pues ambos entendieron que así se preservaba el derecho a la intimidad de la víctima, más allá de estar fallecido.

El presidente del debate, Ricardo Alfredo Conte Grand entendió en cambio que el testimonio de Recabarren debía ser oral y público, con una selección de imágenes para no herir susceptibilidades. Su argumento no prosperó. De todos modos, quedó en evidencia que la publicidad del testimonio debió ser un asunto tratado por el tribunal antes de comenzar la audiencia.

Recabarren pareció complicar a Rabaj, pese a que este declarara que entre las 6 y antes de entregar la guardia a las 7 de aquel día, no estaba en la seccional pues lo mandaron a la Central de Policía. El exoficial Pablo Guevara y los agentes Juan Pablo Picón y Carlos Godoy, son también enjuiciados en la Sala III, aunque por otros delitos.