Gustavo Calderón mató a su mujer en 2009 a pesar de haber montado un escenario para que parezca un suicidio. Lo hizo delante de sus dos hijos pequeños en una casa de Mendoza.

Por el hecho le dieron una condena de apenas 10 años de prisión y antes de cumplir la totalidad, la Justicia lo dejó en libertad en 2017.

Una vez libre, abusó sexualmente de su hija. Este lunes al mediodía, el juez penal Eduardo Marterarena condenó a Calderón a 15 años de prisión por el delito de abuso sexual agravado por acceso carnal y por el vínculo.

El juez hijo lugar al pedido de la fiscal de Violencia de Género Mónica Fernández Poblet, investigadora del caso, quien en los alegatos había solicitado esa pena.

Por su parte, la defensa de Calderón había pedido la absolución, ya que para ellos padre e hija mantenían una relación romántica.

La fiscal sostuvo que el abuso sexual quedó probado con pruebas contundentes, ya que el ADN del imputado que fue encontrado en la ropa de la víctima. Se tuvo en cuenta las lesiones que tenía la víctima en sus brazos y cara, además de las que mostró la pericia ginecológica.

La hija del hombre condenado en un primer momento declaró que había sido agredida sexualmente por su padre. Luego modificó su testimonio, sosteniendo que las relaciones habían sido consentidas. El segundo discurso no alcanzó para detener la investigación que terminó con la condena al hombre.

Fuente: Minuto Uno