Una falla eléctrica en un tomacorriente pegado a una cama. Esa fue la causa de un incendio que ayer en la madrugada arruinó el departamento donde vive una familia en el barrio UTA II, Rawson. Las llamas destruyeron todo lo que había en ese dormitorio, pero el calor y el hollín se propagaron por el resto de la casa y al final todo quedó teñido de negro, prácticamente inutilizable. Por la noche, en Rivadavia, hubo un caso similar (ver recuadro).

EN RAWSON
El problema en la casa donde vive la docente Silvia Francois con sus tres hijos comenzó alrededor de la 1. Y fueron los vecinos los primeros en encargarse de combatir las llamas porque a esa hora no había nadie en la casa: Silvia, su marido Rubén Darío Maza (volvió para las fiestas desde Chile, donde es entrenador de hockey sobre patines) y su hija estaban en el departamento Iglesia y sus hijos tampoco estaban en ese departamento de la planta baja por calle 11 de setiembre, metros al Oeste de Alvarez Condarco.

Un equipo de aire acondicionado, cama, ropero, ropa, calzado, muebles, un televisor se contaban entre las pérdidas más importantes, sin contar el negro del hollín tiñendo cada rincón de ese departamento de tres dormitorios, el baño, la cocina y el comedor.