Fue un vecino el que avisó al dueño de casa que había humo y fuego en el fondo. Cuando fueron a ver las llamas hacían estragos: ya habían destruido un depósito con parabrisas para colectivos de larga distancia y se colaban al resto de la casa justo por una habitación repleta de muebles de madera. Ahí hubo una carrera a mil para tirar agua, salvar dos vehículos estacionados y lo que se pudo, hasta que llegó una dotación de Bomberos del Cuartel Central y otra de los voluntarios de Chimbas y evitaron que el perjuicio fue mucho peor.
Cuando el siniestro fue controlado por una dotación integrada el oficial Daniel Domínguez, los agentes Sergio Tejada, José Cabeza, Omar Balverdi, y los voluntarios al mando del comandante Sergio Cuello, las pérdidas eran grandes: "Hay 60.000 pesos sólo en parabrisas de micros de larga distancia", precisó Adrián Salas, dueño de "Parabrisas San Juan" y de la casa siniestrada. En Bomberos estimaban que las pérdidas en total pudieron alcanzar unos 90.000 pesos, incluyendo la mercadería y los daños en muebles, electrodomésticos y la estructura del depósito y la casa en general.
Todo pasó alrededor de las 16,20 de ayer en el 1054 Norte de Ruta 40, metros al Sur del cruce con Oro, en Chimbas. Según Salas, a esa hora su hijo Martín descansaba en la casa. La esposa del joven y el pequeño hijo de ambos estaban en otra casa situada más al fondo, precisaron en la policía.
Una primera estimación de Bomberos -según las fuentes- situó el origen del incendio en la conexión eléctrica de una heladera, que estaba pegada al depósito, al que destruyó enseguida con parabrisas y todo, porque la construcción tenía madera de machimbre, en las columnas y en el techo.
Pronto las llamas avanzaron hacia adelante, hacia la casa, y alcanzaron los cartones del embalaje de los parabrisas, que estaban junto a la ventana de un dormitorio de la vivienda donde habían varios muebles comprados en un remate por la familia.
"Pudo ser cortocircuito pero estamos en Chimbas, esto es zona roja y nos queda la gran duda, por el lugar donde estaban las cajas (de cartón) tirás cualquier cosa y arde", dijo Adrián Salas, señalando una pared medianera de fácil acceso desde la vereda. Y concluyó: "Es grave pero no tanto, lo jodido hubiera sido si llegaba al galpón (principal de la firma), ahí hubiéramos quedado cinco familias en la calle".