Un joven que estaba preso en la comisaría 5ta de Santa Lucía desde el último martes por lesionar a policías y dañar móviles de la Seccional 29na, apareció ahorcado ayer al mediodía en los calabozos donde estaba alojado. En la Fuerza creen que el muchacho se suicidó, pero igualmente iniciaron una investigación para despejar cualquier duda, informaron en la Policía.

Quien apareció sin vida fue Rafael Roberto Reales (29 años, padre de tres niños) y sobre quien pesaba una denuncia radicada en Seguridad Personal hace un mes por su ex mujer por violencia familiar, informó la Policía.

El martes a las 19, dos cabos de la Comisaría 29na fueron al Bº Rural I, Santa Lucía, por una pelea familiar. La versión policial señala que cuando llegaron, Reales atacó a pedradas a los uniformados y al patrullero. El sospechoso forcejeó con los policías y se fugó. Dos horas después, otros dos policías de esa seccional, a bordo de dos motos, regresaron a buscarlo. Y lo encontraron: Reales se resistió de nuevo y los policías lo hirieron al dispararle con postas de goma. Allí, unas 10 personas, entre familiares y vecinos del joven, agredieron a los efectivos y dañaron las motos, señalaron.

Finalmente, Reales y su madre, Rosa Ferreyra (51), fueron apresados y desde ese día, el muchacho quedó alojado en la Seccional 5ta por resistencia a la autoridad, daños y lesiones. Ayer a las 13, Reales apareció ahorcado en los calabozos de esa comisaría. Un jefe policial indicó que el joven y otro de apellido Rodríguez (18 años, preso por hurto) eran los únicos detenidos y que en ese horario, las puertas de las celdas estaban abiertas para que los jóvenes ‘estiraran las piernas’ por un pasillo. En ese momento -dijeron- Reales entró a la celda de Rodríguez, le pidió una sábana y salió al fondo del pasillo. Rodríguez lo perdió de vista y cuando salió al rato, vio al joven colgando, con una punta de la sábana atada a su cuello y la otra a un barrote de una ventana. A pesar de que lo auxiliaron, Reales murió.

‘Hemos iniciado una investigación interna para despejar cualquier duda y para determinar si los policías de guardia cometieron o no una negligencia. También, para establecer cómo llegó ese elemento (la sábana) a la celda’, explicó el jefe de Policía, José Orlando Luna.