En la policía aseguran que para cometer el asalto fue clave la sangre fría y la astucia del delincuente, porque esperó que se fuera la última clienta del lugar y cuando enfrentó a la dueña a través de una puerta enrejada del comercio, logró que le abriera con un engaño: "Dijo que iba a comprar brillapiso, la mujer le pidió el bidón y como el recipiente no pasaba por las rejas le tuvo que abrir. Ahí fue cuando la encañonó", contó ayer un jefe policial ligado a la investigación. La ejecución del asalto tuvo condimentos dramáticos, porque en el comercio entró también otro delincuente y el esposo de la dueña de casa, que estaba en el fondo, tuvo que cerrar la puerta que comunica el local con el interior de la vivienda para proteger a sus hijos, ya que los delincuentes también pretendían revisar el resto del inmueble, relataron las fuentes. Al final, ambos ladrones huyeron con la recaudación del lugar, que era básicamente el cobro de servicios por el sistema "Cobro Express": unos 40.000 pesos, precisaron fuentes policiales.
Todo pasó alrededor de las 20.30 del viernes en un local ubicado en el cruce de Segundino Navarro y Pedro de Valdivia, en Villa del Carril, Capital. Y ayer la policía investigaba si los delincuentes tenían el dato sobre la recaudación que había en el local, porque están convencidos de que hicieron un trabajo de inteligencia previo para luego atacar ese negocio, donde se cobran servicios y también se venden artículos de limpieza.
Ayer buscaban testigos para establecer en qué vehículo llegaron y huyeron los ladrones, pues no descartaban que un tercer cómplice los hubiese estado esperando en algún lugar cercano en algún auto.
También investigaban si se trata o no de los mismos delincuentes que, un rato después, alrededor de las 22, redujeron a punta de arma a dos personas y robaron un casco y unos 400 pesos del servicompras de una estación de servicio cercana.
