De por sí, ese tramo de la ruta es oscuro. Encima a esa hora llovía y, como si fuera poco, se le vino a cruzar un caballo. Peor mala suerte no pudo tener ese motociclista que en los primeros minutos de ayer chocó contra un equipo en el camino que une Los Berros con Cañada Honda y perdió la vida.

El choque aparentemente fue lo de menos para Manuel Alejandro Jofré (25), lo que lo mató parece que fue la violenta caída contra el suelo. Su muerte fue en el acto. Unos vecinos suyos que pasaban ocasionalmente alrededor de las 0:15 de ayer por ese lugar vieron la moto Honda Biz Cup 105cc. tirada al costado Sur de la ruta 153, y a escasos 2 metros a una persona tendida sobre la banquina, que resultó ser Jofré.

Así encontraron a ese empleado de una finca, que tuvo el accidente camino a su casa en el distrito de Cañada Honda. El muchacho era casado, pero estaba distanciado de su mujer, Margarita Flores. Al parecer, estaban recomponiendo la relación y todas las noches él iba a verla a ella y a su nena, de 5 años, en casa de su familia en Los Berros, comentaron unos parientes.

De ahí regresaba ayer, cuando sufrió el accidente entre los kilómetros 17 y 18 de la ruta provincial 153. Según la policía, en esa zona no hay iluminación. Para colmo de males, llovía. De modo que se supone que era mala la visibilidad.

La sospecha de los policías de la Subcomisaría de Los Berros es que imprevistamente se le atravesó un caballo y Manuel Jofré no pudo frenar, por lo que se estrelló contra el animal. La evidencia de ese impacto son los restos de pelos -color castaño- de un equino que se hallaron a la altura del manubrio de la moto, explicó un policía.

La hipótesis policial es que, tras ese choque, el caballo salió espantado, mientras que Jofré con su moto se precipitaron violentamente en el pavimento. Los golpes que la víctima aparentemente sufrió en la caída, fueron mortales. El motociclista traía puesto el casco, pero aparentemente no estaba sujetado y entonces se le salió. Eso explica de por qué encontraron su casco del otro lado de la ruta, como a 25 metros de su cuerpo.

Los policías de la Subcomisaría de Los Berros, a cargo interinamente por el principal Héctor Leiva, hicieron ayer en la mañana una recorrida por la zona y localizaron algunos animales sueltos, entre ellos un potrillo que tenía una herida en una de sus ancas. Los uniformados creían que ese era el animal -su pelaje coincidía- que originó la tragedia, pero no tenía marcas y eso podría hacer imposible ubicar al dueño.