Un niño de dos años terminó internado después de consumir queso con veneno para ratas. Si bien está fuera de peligro, quedó en observación para evaluar su evolución.

Según precisaron fuentes policiales, el nene de dos años comió un pedazo de queso  con veneno que su madre había colocado en distintos puntos  de la casa que ocupan en el Barrio Capitán Lazo, en Rawson.

El chiquito comenzó a presentar signos de intoxicación por lo que su madre, una mujer de apellido González (21) llamó a una ambulancia para su rápido traslado al Servicio de Urgencia del Hospital Guillermo Rawson.

Los médicos constataron la  intoxicación por ingesta de veneno para  ratas y decidieron que continúa hospitalizado.